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El sueño de Fisker llega a su fin, la compañía se declara en quiebra y miles de coches y conductores se quedan en el limbo

Henrik Fisker casi toca el cielo con su marca de coches eléctricos. Sin embargo, el mercado no ha respondido como se esperaba y la compañía se declara oficialmente en quiebra al no encontrar otra solución.

El sueño de Fisker llega a su fin, la compañía se declara en quiebra y miles de coches y conductores se quedan en el limbo
Una vez más, Fisker Automotive llega a un punto de quiebra.

5 min. lectura

Publicado: 20/06/2024 08:00

Los sueños difícilmente llegan a cumplirse. Por mucho trabajo, esfuerzo y tiempo que inviertas en un proyecto nada te garantiza su éxito. Sin embargo, el dolor de no alcanzar la meta es más duro cuanto más alto has llegado. El sueño de Fisker Automotive vuelve a desvanecerse. La compañía presidida por Henrik Fisker acaba de declararse en quiebra en Estados Unidos. La delicada situación financiera ha llevado a la compañía a un punto de no retorno y miles de coches y conductores se enfrentan ahora a la mayor incertidumbre de todas.

Nadie podrá poner nunca en duda de las geniales habilidades de Henrik Fisker, considerado uno de los mejores diseñadores de coches de los últimos tiempos. De su portentosa imaginación y sus habilidosas manos han surgido modelos tan increíbles como el BMW Z8 o el Aston Martin DB9. Sin embargo, las aspiraciones de este danés nacido en 1963 siempre han ido un paso más allá. Fisker siempre ha querido alcanzar la gloria con sus propios coches y de ahí que en 2007 fundara la empresa que lleva su nombre. El primer intento de conquista fue el Fisker Karma. Uno de los primeros coches eléctricos de rango extendido del mundo.

Miles de unidades llegaron a salir de la fábrica de Magna Steyr en Austria.

Problemas importantes para clientes y acreedores

Si bien el Karma llamó la atención a lo largo y ancho del planeta, su producción fue muy limitad. Apenas se vendieron varios centenarios de unidades. Fue un coche adelantado a su tiempo y si bien el proyecto no salió como se esperaba, sentó las bases de otro modelo, el Fisker Ocean. Al mando de una nueva empresa, Fisker Inc. fundada en 2016, el famoso diseñador de coches tomó una vez más las riendas del proyecto, esta vez con una mentalidad 100% eléctrica. Poco a poco el Ocean fue tomando forma, corrigiendo los errores del pasado y aliándose con grandes empresas del sector como Magna Steyr.

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En 2022 salió a la venta en todo el mundo, incluyendo España. Miles de reservas auguraban un futuro prometedor, pero lo que nadie sabía era que la compañía gastaba mucho más dinero del que ingresaba. Las primeras entregas comenzaron en mayo del año pasado. Un soplo monetario necesario para demostrar la viabilidad de la marca y del producto. Con ese primer empujón todavía caliente, Fisker presentó tres futuros modelos adicionales, incluyendo un utilitario 100% eléctrico de precio razonable. A pesar de la repercusión, los problemas no huyeron y pronto volvieron a surgir rumores peligrosos.

Por segunda vez en su vida, Henrik Fisker ve como su sueño se cae a pedazos.

A principios de este año empezaron los riesgos más graves. Incapaz de soportar su deuda y cumplir con los acreedores, el propio Henrik emprendió la búsqueda de un aliado que mantuviese con vida su sueño. Ese apoyo nunca se ha materializado y tras varios anuncios inciertos como la paralización de la producción y el cierre de los concesionarios, Fisker se declara ahora en quiebra. No ha sido capaz de vender todos los coches que ha producido, ni siquiera reduciendo agresivamente los precios. El stock acumulado ha matado a la compañía. Aunque tampoco ha ayudado los muchos problemas de fiabilidad.

Un tribunal del Estado de Delaware ha iniciado el procedimiento de quiebra. Toda actividad está paralizada y muchos clientes se enfrentan ahora a problemas serios. Sus coches siguen funcionando, pero no tienen una red postventa que sustente las operaciones. Reparaciones, sustituciones o mantenimiento. Nada se sabe al respecto y muchos conductores barajan la posibilidad de reclamar el precio que pagaron por sus coches. Los problemas de Fisker no han hecho más que empezar. La compañía aludió al débil mercado eléctrico mundial, pero mucho me temo que el propio Henrik ha extendido cheques mucho más grandes que su cartera. Durante las próximas semanas se pondrán a la venta los activos de la compañía y se tratará de dar respuesta a los miles de clientes de todo el mundo.

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