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Forzar una conducción muy eficiente es un problema muy serio y caro para el motor de tu coche, Toyota explica qué haces mal

Seguramente que más de una vez has escuchado que conducir con el motor en un régimen bajo contribuye a mejorar la eficiencia, gastando menos combustible. Incluso, basta con pisar el acelerador para realizar un adelantamiento. Un fallo muy común que, igual que reduce el consumo, también perjudica seriamente el motor de tu coche.

Forzar una conducción muy eficiente es un problema muy serio y caro para el motor de tu coche, Toyota explica qué haces mal
Los motores turbo necesitan más cuidados durante la conducción. - BMW

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Publicado: 20/04/2024 12:00

La gran mayoría de las marcas de coches se abonaron a la filosofía del downsizing hace muchos años. Esta técnica permite rebajar la cilindrada del motor, restando un cilindro y montando un turbocompresor que no sólo cumple con su propia función sino que también tiene que asumir el del cilindro faltante para ofrecer unas prestaciones más digas. De ahí nacieron bloques tricilíndricos con el rendimiento de uno de cuatro y estos con las prestaciones de los seis cilindros.

El downsizing implica saber cómo funciona realmente, pues no todo vale. Uno de los errores más comunes entre los conductores es entender que el hecho de que nuestro coche cuente con un turbo es suficiente para sacarnos de un aprieto, y que cuanto más bajo sea el régimen del motor mejor. Una circunstancia que se consigue circulando con las marchas más largas de la transmisión que, en los manuales es la quinta y la sexta, y en los automáticos suele ser las tres últimas.

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Los cambios automáticos también reducen marchas, a algunos se les olvida.

Circular siempre en marchas largas te puede traer serios problemas

Seguramente recuerdes cuando pasaste por la autoescuela y el profesor te decía que cuando fueses a a realizar un adelantamiento, lo mejor es reducir una o dos relaciones, hasta la tercera, para que el coche tome la potencia y fuerza suficientes para rebasar a otro vehículo y después volver a cambiar a las marchas largas. Pero, por pereza o por entender erróneamente que el turbo cumple con esa función, no hace falta reducir, te estás equivocando, y ya no es cuestión sólo de seguridad.

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Ni tampoco mejora la eficiencia. Ese esfuerzo que tiene que hacer el turbo, también lo hace el propio motor destinando más combustible para alcanzar la fuerza necesaria para realizar el adelantamiento, por lo que el consumo y las emisiones aumentan. Algo que tiene explicación, gracias a un estudio realizado por Toyota y Denso, una de sus filiales japonesas especialistas en motores, han comprobado que cuando no reduces, se puede producir un encendido prematuro de la mezcla de combustible; esto es que ésta se enciende mientras el pistón todavía intenta comprimirla.

Tanta eficiencia ocasiona daños al motor, el turbo no es un salvador

Cuando este fenómeno se produce, las partículas inflamables del aceite y el combustible se acumulan en la cámara de combustión durante la siguiente fase de compresión y no se eliminan con los gases de escape. La marca nipona apunta que aumentar el régimen de giro del motor, las revoluciones, reduce la posibilidad de que se produzca ese encendido prematuro. Persistir en esa actitud te puede ocasionar problemas a la larga, y no son baratos de solucionar. Lo mínimo es dañar las bujías, lo peor es que pistones, bielas e, incluso, los propios cilindros sufran grietas, y casi necesitarás un motor nuevo.

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