El Alfa Romeo Giulia, a pesar de su aspecto relativamente discreto, es una berlina de inclinación realmente deportiva. Y sobre todo, qué duda cabe, en su configuración QV con nada menos que 510 CV de potencia máxima. Pero con un precio descabellado. En el resto de sus versiones ofrece sensaciones deportivas también, aunque a un nivel mucho más bajo.
Aunque el Alfa Romeo Giulia es capaz de batir a sus rivales alemanes en el comportamiento dinámico, lo cierto es que no está a su altura en la habitabilidad interior, en la construcción de su interior en términos de calidad, y tampoco a nivel de equipamiento. Si lo que más nos importa es la conducción del modelo, probablemente sea mejor compra que las alternativas alemanas habituales.