Aston Martin ha hecho que sea posible vivir una experiencia muy similar a la conducción de un monoplaza de Fórmula 1 en un coche de calle. El Aston Martin Valkyrie es el súmmum de la exclusividad, del rendimiento y de la tecnología del fabricante británico. Un hiperdeportivo fruto de la colaboración que Aston Martin ha mantenido de manera estrecha con Red Bull Racing Advanced Technologies.
El proceso de diseño, desarrollo y fabricación del Valkyrie ha estado repleto de desafíos. Ha necesitado de casi una década para que las primeras unidades fueran entregadas a clientes. Este proyecto, en sus orígenes, fue conocido de diferentes formas. Tuvo, como nombres en código, las denominaciones AM-RB 001 y Nebula. Finalmente, en marzo de 2017, la compañía anunció de manera oficial que el vehículo de producción (con una tirada limitada) sería bautizado con el nombre Valkyrie (Valquiria en español) en clara referencia a la mitología nórdica.
Adrian Newey, Simon Spoule, Christian Horner y Andy Palmer, son algunas de las caras conocidas que han estado involucradas en todo el proceso de desarrollo del Valkyrie. En el verano de 2017 la marca británica presentó un «show car» cercano a producción. Un vehículo que descubría la mayor parte de los secretos relacionados con el diseño exterior e interior.
El exterior del Valkyrie denota una trabajadísima aerodinámica. Si tuviéramos la oportunidad de adentrarnos en el interior nos veríamos rápidamente envueltos por una atmósfera propia de un automóvil de competición. Aston Martin lo tenía claro. El objetivo no era otro que recrear el ambiente de un puesto de conducción de un Fórmula 1. Por cierto, es un vehículo biplaza.
En el Salón del Automóvil de Ginebra celebrado en 2018 se presentó la versión exclusiva para circuito del Valkyrie. Debutaba en sociedad el Aston Martin Valkyrie AMR Pro. Una bestia todavía más radical y extrema para amantes de la adrenalina y la conducción en pista. Unos años más tarde, en 2021, la creciente gama Valkyrie volvió a ser ampliada. En esta ocasión con una variante de carrocería «descapotable». El Aston Martin Valkyrie Spider.
Todos los recursos destinados al desarrollo del Valkyrie también han sido aprovechados por la división de competición de Aston Martin. En octubre de 2023 se anunció oficialmente que el Valkyrie sería la base de un futuro vehículo de competición destinado al mundial de resistencia. El WEC (World Endurance Championship).
El Valkyrie es realmente un coche de F1 hecho para la carretera. Basta con echar un vistazo a su sistema de propulsión. En las entrañas del Valkyrie hay un tren motriz con tecnología híbrida. El «corazón» de este hiperdeportivo de Aston Martin es un motor de gasolina V12 de 6.5 litros. Está acompañado de un motor eléctrico y un sistema KERS así como de batería suministrado por el especialista Rimac.
La potencia total alcanza los 1.155 CV y puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos. Es un vehículo de propulsión trasera y gracias a su condición de coche híbrido, luce el distintivo ambiental ECO de la DGT Con las ventajas de movilidad que ello supone.
El Aston Martin Valkyrie se fabrica en el Reino Unido. En concreto, el proceso de fabricación tiene lugar en unas instalaciones de Aston Martin localizadas en Gaydon, Inglaterra. La producción del Aston Martin Valkyrie está limitada a 150 unidades. En cuanto a la producción del Valkyrie Spider, está limitada a 85 unidades respectivamente. Cada unidad requiere de más de 2.000 horas de trabajo debido al gran proceso artesano que hay detrás.