Audi decidió ampliar la gama Q8 en el verano de 2019 con el lanzamiento de una interesante (y exclusiva) variante deportiva. El fabricante de Ingolstadt incrementa la oferta de su lujoso todocamino con la entrada en escena del nuevo Audi SQ8. Un modelo que se caracteriza por ofrecer unas prestaciones y rendimiento superior, sin renunciar al confort del Q8 estándar en el que está basado.
No solo ofrece un plus de deportividad frente al modelo base. El SQ8 se encarga de situarse a medio camino entre el Audi Q8 y el Audi RS Q8. Ya que de lo contrario, existiría una enorme distancia entre ambos modelos. El nuevo SQ8 es rápidamente reconocible ya que presenta varios elementos de diseño con los que derrocha personalidad propia. Las cuatro salidas del sistema de escape es uno de sus rasgos más distintivos.
El kit de carrocería con el que está ataviado el SQ8 tiene efectos directos sobre las dimensiones. El nuevo SQ8 mide 5,01 metros de largo. Tiene un habitáculo muy espacioso y confortable. Hay un total de cinco plazas. La distancia entre ejes alcanza los 3,00 metros. El maletero cubica un volumen de carga de 605 litros. Una cifra que se puede incrementar hasta los 1.755 litros en caso de abatir los respaldos de los asientos posteriores.
En el primer semestre del año 2023 el SQ8 fue objeto de una importante puesta a punto. Este SUV deportivo recibió un lavado de cara. Una actualización de mitad de ciclo para que la primera generación pueda afrontar el resto de vida comercial que le queda por delante. El «facelift» introdujo en la gama SQ8 numerosas novedades. Especialmente en lo que a diseño exterior y equipamiento tecnológico se refiere.
Lidia en una categoría donde la competencia es muy dura. Es un segmento elitista en el que un reducido número de modelos lucha por el liderato y la corona. Entre los principales rivales del Audi SQ8 se encuentran todocaminos tan conocidos como el BMW X6, el Mercedes GLE Coupé y el Porsche Cayenne Coupé.
En lo que respecta al apartado mecánico, la oferta del SQ8 ha variado. Inicialmente llegó al mercado acompañado de un motor diésel V8 biturbo TDI de 4.0 litros. Un bloque electrificado con tecnología híbrida ligera (MHEV) de 48 voltios que desarrolla una potencia de 435 CV y 900 Nm de par máximo. Está asociado a una caja de cambios automática Tiptronic de ocho velocidades y un sistema de tracción quattro.
El lanzamiento del SQ8 diésel marcó un hito para Audi. Y es que la compañía anunció a bombo y platillo que se trataba del motor diésel más potente del mercado europeo. Además, al disponer de tecnología MHEV, permitía al SQ8 lucir el distintivo ambiental ECO de la DGT (Dirección General de Tráfico) con todas las ventajas de movilidad que ello supone.
Más adelante se incorporó a la gama SQ8 la motorización que podemos encontrar actualmente en los concesionarios. Un motor de gasolina V8 biturbo TFSI de 4.0 litros que alcanza los 507 CV y 770 Nm de par máximo. También se combina con el cambio automático Tiptronic y la tracción quattro. Sin embargo, y a diferencia del motor diésel, el bloque TFSI no está electrificado.
El Audi SQ8 es fabricado en Eslovaquia. Más concretamente en unas instalaciones del Grupo Volkswagen localizadas en Bratislava.