En el año 2003 tuvo lugar la puesta de largo del Audio Le Mans quattro Concept. La popular marca de los cuatro aros presentaba en sociedad un importantísimo modelo conceptual. Un concept car que irrumpía en escena con el objetivo de homenajear las tres victorias consecutivas de Audi en las 24 Horas de Le Mans. Se trataba del tercero de una serie de concept cars relacionados con los éxitos de Audi en el ámbito de la competición. Está integrado en una gama en la que también hacen acto de presencia el Audi Pike Peak quattro Concept y el Audi Nuvolari quattro Concept.
Más allá de tener un destino relacionado exclusivamente con el festejo de la importantísima victoria de Audi en la popular carrera de resistencia, el Le Mans quattro Concept se situó como la antesala de una auténtica bestia sobre ruedas. Dicho modelo conceptual sentaba las bases de un esperadísimo superdeportivo. El Audi R8.
La versión de producción en serie del R8 debutó en el Salón del Automóvil de París celebrado en 2006. Un superdeportivo diseñado, desarrollado y fabricado por Audi Sport. La división deportiva de Audi ha sido la encargada de dar vida a este radical (y extremo) deportivo. Un modelo que comparte la mitad de sus componentes con el Audi R8 LMS GT3 empleado en el mundo del automovilismo.
Apenas unos años después, la gama R8 fue ampliada con una variante descapotable. El Audi R8 Spyder. Un modelo que ha compartido escenario con el Audi R8 Coupé hasta nuestros días. En 2015 se produjo la entrada en escena de la segunda generación del R8. Un modelo que sufrió numerosos cambios pero, y esto es de vital importancia, sin renunciar al legado del R8 original.
La segunda generación del R8 recibió en 2018 una actualización de mitad de ciclo. Un lavado de cara que debutó presumiendo de ser «el Audi de producción más rápido de todos los tiempos». Es la última actualización que ha sufrido el R8.
Tiene un tamaño compacto. El R8 Coupé mide 4,43 metros de largo. Una longitud que le sitúa en el «corazón» del segmento C. En su interior solo hay dos plazas. La distancia entre ejes es de 2,65 metros. No tiene maletero. Y es que el motor, del que hablaremos más adelante, está instalado en la parte trasera del vehículo. El «maletero» se encuentra en el frontal. Debajo del capó. El espacio de carga cubica un volumen de 112 litros.
Está encuadrado en un segmento donde existe una enorme competencia. Una categoría que se ha vuelto especialmente elitista con el paso de los años. Entre los principales rivales del Audi R8 se encuentran modelos como el Mercedes-AMG GT, el Mercedes-AMG SL, el Jaguar F-Type y el Porsche 911.
La gama de motores del Audi R8 ha variado con el paso de los años. Ahora bien, la «seña de identidad» de este modelo siempre ha sido un potentísimo motor V10. En su primera generación también estuvo disponible con motor V8. El modelo que podemos encontrar en estos momentos en los concesionarios es propulsado por un motor de gasolina V10 de 5.2 litros TFSI. Un bloque asociado a una caja de cambios automática S tronic de doble embrague con siete velocidades.
Hay versiones de tracción trasera y de tracción total quattro. El modelo de propulsión trasera arroja una potencia de 570 CV mientras que el modelo tracción integral eleva dicha cifra hasta los 620 CV respectivamente.
El Audi R8 se fabrica en Alemania. En concreto, el proceso de producción en serie se lleva a cabo en unas instalaciones localizadas en Neckarsulm. Como hemos señalado previamente, la fabricación del R8 corre a cargo de Audi Sport.
Audi R8 e-tron, un superdeportivo eléctrico adelantado a su tiempo
La primera generación del R8 fue la base elegida por Audi Sport para el desarrollo de una variante completamente eléctrica. El Audi R8 e-tron. Un R8 eléctrico que debutó en forma de prototipo. Sin embargo, no llegó a producción. Fue con la segunda generación con la que se materializó la llegada al mercado del R8 e-tron. Un modelo con el que se completó la oferta.
Se presentó en el Salón de Ginebra de 2015. La variante 100% eléctrica del R8 solo fue comercializada en Europa. Y lamentablemente no tuvo el rendimiento comercial esperado. En el momento que Audi decidió poner punto final a su comercialización se habían vendido menos de 100 unidades.