BYD, uno de los colosos de la industria automotriz china y referente global en materia de movilidad eléctrica, ha apretado el acelerador en su proceso de asalto al mercado europeo. Esta marca cuyas siglas significan Build Your Dreams está ampliando rápidamente su oferta de producto destinada al Viejo Continente. La última incorporación a la gama BYD es un automóvil con carrocería tipo sedán. Ha irrumpido en escena el nuevo BYD Seal.
Esta berlina deportiva con una elevada tecnología y características que lo convierten en un vehículo de diario realmente práctico, desempeña un papel protagonista. Y no solo por ser el «hermano pequeño» del BYD Han. Está encuadrado en una categoría muy competida donde los principales rivales de BYD ya hacen acto de presencia. Forma parte de la serie Ocean de BYD. Ha sido desarrollado sobre el lenguaje de diseño «Ocean Aesthetics».
Es un vehículo de tamaño mediano. Mide 4,8 metros de largo. Una longitud que lo encuadra en el competido segmento D. En su interior hay un total de cinco plazas. BYD subraya que el habitáculo es muy espacioso y confortable gracias al diseño de los asientos y a los materiales empleados en los acabados. La distancia entre ejes alcanza los 2,92 metros. Es otro factor determinante.
El maletero cubica un volumen de carga de 402 litros. Una cifra que se puede ampliar abatiendo los respaldos de los asientos posteriores. Cabe señalar que, al igual que otros muchos coches eléctricos, el nuevo Seal dispone de un segundo maletero en el frontal. Y más concretamente bajo el capó. Este pequeño maletero delantero, denominado «frunk» en inglés, cubica un volumen de carga de 53 litros.
Está equipado con la más avanzada tecnología de BYD en materia de conectividad, de seguridad y de confort. Tiene un avanzado sistema de info-entretenimiento con el que acceder a numerosos servicios digitales en línea, una larga lista de sistemas de asistencia a la conducción y unas características con las que garantizar el confort a bordo.
Como bien hemos señalado previamente, el nuevo eléctrico de BYD lidia en una categoría donde la competencia es voraz. Deberá hacer frente a una importante lista de adversarios para hacerse un hueco en el Viejo Continente. Entre los principales rivales del BYD Seal se encuentran modelos como el Tesla Model 3, el Polestar 2, el Volkswagen ID.7, el Hyundai IONIQ 6 y el BMW i4.
Si bien el diseño exterior o el equipamiento son factores determinantes a la hora de comprar un coche de esta índole, al tratarse de un automóvil 100% eléctrico, todas las miradas están centradas en el sistema de propulsión. BYD ha estructurado la gama Seal en dos motorizaciones. La versión de acceso presenta una configuración de tracción trasera. Está equipada con un motor de 230 kW (313 CV). El modelo tope de gama está equipado con dos motores, uno por eje, para disponer de tracción total y una potencia de 390 kW (530 CV).
El «corazón» del Seal es una batería LFP (Litio-Ferrofosfato) de 82 kWh con tecnología Blade. Puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h (limitada electrónicamente). La autonomía del BYD Seal es de 570 kilómetros según el ciclo WLTP para el modelo de tracción trasera. El Seal de tracción total puede recorrer 520 km con una sola carga.
La batería se puede cargar del 30% al 80% en solo 26 minutos usando un punto de recarga de 150 kW CC. También cabe señalar que el Seal está equipado con tecnología V2L
(Vehicle-to-Load), lo que hace posible alimentar dispositivos externos con la energía almacenada en la batería del vehículo. Entre el equipamiento de serie también hay una bomba de calor para alcanzar una elevada eficiencia.
Se produce lejos de las fronteras europeas. El BYD Seal se fabrica en China. Más concretamente en unas instalaciones de BYD localizadas en Changzhou, Jiangsu.