Cómo medir la degradación de la batería de un coche eléctrico
Junto con el motor, la batería es el elemento más importante de un coche eléctrico. Pero su duración y rendimiento dependen de un uso adecuado que minimice su degradación. Te contamos cómo puedes saber el estado real de tus baterías.
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Publicado: 10/11/2022 12:30
La autonomía real de un coche eléctrico depende de varios factores. Entre ellos, destacan el estilo de conducción, el estado de los neumáticos, la temperatura o la aerodinámica del vehículo. Pero no cabe duda de que lo más importante es la potencia del motor eléctrico y la capacidad de la batería.
Esta última es el elemento más frágil del coche en lo que a degradación respecta, pues las baterías actuales de iones de litio son muy sensibles al exceso de temperatura o al modo de cargar sus celdas.
Si no puedes o no quieres hacer el diagnóstico OBD tú mismo, también puedes llevar el coche a un taller para que expida un certificado
Ya te hemos contado cómo debes hacer la recarga para no degradar prematuramente la batería del vehículo. Pero igualmente importante es conocer el estado real de la misma para saber en qué punto de su vida útil se encuentra. No en vano, sustituir la batería de un coche eléctrico no es barato, por lo que anticipar una degradación excesiva es sumamente importante.
Cómo medir la degradación de la batería de un coche eléctrico
Si compraste un coche eléctrico nuevo, tendrás muy claro cómo de amable has sido con la batería. Pero si has decidido comprar uno de segunda mano, es muy importante conocer el estado de la batería antes de completar la misma.
En cualquier caso, existen varios métodos para conocer el estado real de la batería de un coche eléctrico y a continuación vamos a profundizar sobre ellos.
Prueba de conducción
No cabe duda de que un modo muy sencillo de conocer cuánta capacidad real tiene la batería de un coche eléctrico es cargándola al 100 % y, posteriormente, comprobar cuántos kilómetros es capaz de cubrir.
Sin embargo, esta prueba depende de factores como el recorrido, la forma de conducir, la época del año o hasta qué punto apuremos la batería, ya que obviamente lo que no nos interesa es quedarnos tirados en la carretera.
Diagnóstico por puerto OBD
El puerto OBD es una conexión que nos permite verificar el estado del vehículo a través de la centralita y los sensores que proporcionan información a esta.
Los coches eléctricos también lo tienen y a través del mismo podemos conocer datos exactos sobre el estado de la batería. Eso sí, además de un cable específico para este tipo de conexión, necesitaremos una aplicación o programa que nos permite leer los datos.
En el caso del Renault ZOE, tenemos la aplicación CanZE disponible para Android e IOS. Para el Nissan Leaf, podemos recurrir a LeafSPY. También existen otras como MyGreenVolt para el Chevrolet Volt y el Opel Ampera o Torque, pero no son las únicas. Lo único que tienes que hacer es buscar una compatible con tu vehículo.
Con ellas, además del estado de la batería, podrás acceder a otros parámetros como errores, alertas, número de cargas rápidas realizadas, etc.
Si no puedes o no quieres hacer el diagnóstico tú mismo, también puedes llevar el coche a un taller para que expida un certificado en el que te informe del estado real de tu batería. Ellos lo harán de un modo similar, pero conectando una máquina de diagnóstico al puerto OBS para recopilar toda la información.
Panel de instrumentos del coche
No todos lo incluyen, pero algunos modelos de coche eléctrico sí proporcionan información sobre el estado de la batería en el mismo panel de instrumentos del vehículo. Es el caso, por ejemplo, del Nissan Leaf, que muestra la capacidad real de la batería (no confundir con la autonomía).
Estos son los métodos que puedes utilizar para conocer el estado real de la batería de tu coche eléctrico. Además, puedes recurrir a herramientas de estimación de la duración de la misma en función de la marca y modelo de coche. Con esta de Geotab sólo tendrás que introducir el modelo y el año, y a continuación te mostrará un gráfico con la degradación estimada con el paso de los años.