Conoce todas las partes de un coche eléctrico
Un coche eléctrico cuenta con numerosas piezas comunes a cualquier otro vehículo, pero también otras específicas que lo convierten en un tipo de automóvil único y especial. Vamos a hablarte de todas ellas.
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Publicado: 31/01/2022 19:30
La tecnología asociada a un coche eléctrico tiene aún mucho margen de evolución, pues no en vano la industria automotriz no se ha puesto en serio con ella hasta la última década.
Poco a poco, las prestaciones de los coches eléctricos mejoran y se equiparan a las de los vehículos tradicionales, con los que comparten muchas piezas comunes, pero con los que también se diferencian en elementos vitales. ¿Quieres conocer todas las partes de un coche eléctrico? Las enumeramos todas a continuación.
Partes de un coche eléctrico
Hemos dividido las partes de un coche eléctrico en cuatro grandes grupos: chasis/plataforma, carrocería, habitáculo y seguridad/ADAS. A su vez, el primero queda dividido en seis grandes subgrupos en los que se engloban todos los elementos mecánicos del coche: tren de potencia, tren motriz, dirección, suspensión, sistema de frenos y ruedas.
Cada uno de ellos cumple una función vital sin la que el funcionamiento del vehículo no sería factible, pues en última instancia hablamos de una máquina sincronizada y perfectamente diseñada para maximizar sus prestaciones.
Chasis - Plataforma
- Chasis y estructura de absorción de energía
- Tren de potencia
- Motor eléctrico (uno o varios)
- Batería auxiliar
- Batería
- Sistemas de recuperación de energía
- Cargador de abordo
- Enchufe
- Cableado de alta tensión
- Conversor-inversor
- Sistemas de gestión de batería (BMS)
- Battery Box (estructural y no estructural)
- Sistema de gestión térmica de baterías (BMT)
- Tren motriz
- Transmisión
- Dirección
- Volante
- Sistema de dirección asistida
- Ejes
- Rótulas
- Columna y cremallera
- Suspensión
- Amortiguadores
- Silentblock
- Brazos
- Rótulas
- Ejes
- Sistema de frenos
- Pastillas
- Discos
- Latiguillos
- Pedales
- Freno de mano
- Servofreno
- Frenos de tambor
- Ruedas
- Neumáticos
- Llantas
- Tapacubos
La plataforma de un vehículo, sea el que sea, es la base sobre la que se asientan el resto de componentes y marca de manera inequívoca el potencial del mismo, ya que es desarrollada según las prestaciones que el fabricante quiera conseguir, así como el margen de evolución previsto en el tiempo.
Como es lógico, sobre la plataforma se integra la carrocería, que ejerce no sólo de sostén de otros elementos, sino como estructura de absorción de energía en caso de accidente.
El tren de potencia engloba todo lo necesario para generar energía y mover el coche. En este caso, en lugar de un motor de combustión, tenemos una unidad de potencia, es decir, la combinación de un motor eléctrico o varios, baterías para almacenar la energía cargada o generada y sistemas de recuperación de energía como puede ser el freno regenerativo.
También se incluyen sistemas como el inversor-conversor -que adapta la energía de corriente continua almacenada en las baterías según las necesidades del motor eléctrico-, el sistema de gestión térmica para evitar sobrecalentamiento en las baterías o la estructura en la que estas se alojan, además de otros elementos.
Por su parte, el tren motriz se encarga de trasladar la energía generada por el tren de potencia a las ruedas. Esto se produce a través de la transmisión, que modula y gestiona la potencia generada por el motor.
El sistema de dirección, con el que guiamos el vehículo, consta de cinco elementos principales, en este caso comunes a cualquier tipo de coche, sea eléctrico o no. El volante es el visible y el que manipulamos cuando conducimos, pero en realidad no es más que el extremo de una cadena de engranajes que termina en las rótulas de los ejes de las ruedas.
Las suspensiones también son similares en todos los vehículos, eligiendo cada fabricante el tipo, geometría o tarado que más se adecúe a las necesidades o aspiraciones del vehículo. Los amortiguadores evitan un exceso de oscilación, maximizando así el contacto de la rueda con el asfalto para un mejor agarre.
Los frenos están formados por varios elementos y pueden ser de dos tipos: de disco o de tambor. Los primeros son más eficaces, pero necesitan más mantenimiento. Los segundos suelen utilizarse en el eje trasero de coches de tamaño medio o pequeño y precios igualmente bajos o intermedios.
Terminamos con el único elemento que mantiene el coche en contacto con la superficie por la que circula: las ruedas. Estas están formadas por dos o tres elementos, dependiendo del tipo de llanta. El neumático, que siempre hay que conservar en buen estado para maximizar su agarre, se monta sobre la llanta.
Si es de chapa, incluirá un tapacubos que hace las veces de embellecedor y protector de la misma. Las llantas de aleación no incluyen tapacubos y permiten mayores prestaciones, ya que son más ligeras y también más rígidas.
¿Quieres saber más sobre el motor de un coche eléctrico? En este artículo te contamos todas las partes que lo componen y su funcionamiento.
Carrocería, habitáculo y sistemas de seguridad
- Carrocería
- Aletas
- Capó
- Puertas y portón trasero
- Lunas
- Parachoques
- Guardabarros
- Techo
- Iluminación exterior
- Rejillas y embellecedores
- Retrovisores exteriores
- Habitáculo
- Panel interior de puertas
- Techo
- Suelo
- Retrovisor
- Climatizador
- Consolas
- Tablero de instrumentos
- Sistemas electrónicos
- Asientos
- Iluminación interior
- Maletero
- Seguridad y Sistemas ADAS
- Airbag
- ABS
- Cinturones
- ESP
- E-Call
- Pantallas
- Cámaras
- Sensores y radares
- Otros sistemas
- Control de crucero adaptativo
- Control de iluminación adaptativo
- Frenado automático
- Aparcamiento automático
- Detección de puntos ciegos
- Anticolisión
- Detección de somnolencia
- Control de descenso de pendientes
- Adaptación de velocidad inteligente
- Alerta de abandono de carril
- Sensor de lluvia y de luces
- Reconocimiento de señales y visión nocturna
Por otro lado, tenemos todos los componentes que se montan sobre la plataforma y que dan forma al habitáculo. Hablamos de la carrocería, que además de tener una función estética, determina la aerodinámica, el tamaño y la seguridad del conjunto.
El habitáculo es directamente responsable de la comodidad y espacio para los ocupantes, variando mucho en función del nivel de equipamiento y calidad que tenga cada coche.
Finalmente, separamos los sistemas de seguridad activa y pasiva, incluidos los Sistemas ADAS. Con el paso de los años, el número de sistemas obligatorios por ley ha crecido enormemente y hoy en día dispositivos como el ABS, el control de estabilidad (ESP) o los Airbags vienen incluidos de serie en todos los vehículos nuevos.
Fuente: Sernauto