Qué potencia hay que contratar en casa para cargar un coche eléctrico y de qué depende

Respondemos a una pregunta fundamental para quienes consideran dar el salto hacia la movilidad sostenible: ¿cuánta potencia eléctrica se debe contratar en el hogar para cargar un coche eléctrico de manera eficiente?

Qué potencia hay que contratar en casa para cargar un coche eléctrico y de qué depende
El coche eléctrico puede hacer necesaria más potencia contratada en tu vivienda.

9 min. lectura

Publicado: 10/08/2023 20:00

La elección de la potencia adecuada no sólo afecta a la velocidad de carga, sino también la comodidad y la eficacia de la transición a la conducción eléctrica.

Por tanto, existen consideraciones clave para determinar la potencia óptima a contratar, siendo importante entender cómo esta elección impacta tanto en el proceso de carga como en la vida diaria de los propietarios de coches eléctricos.

Si puedes permitirte cargas lentas durante la noche o no necesitas toda la autonomía del vehículo a diario, no necesitarás incrementar la potencia contratada

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Y es que no es sólo una cuestión de enchufar el coche y esperar; la elección de la potencia correcta puede marcar la diferencia entre una carga óptima y una experiencia frustrante.

En este artículo, exploraremos los factores que influyen en la elección de la potencia a contratar, las implicaciones de diferentes niveles de potencia y cómo encontrar el equilibrio entre la velocidad de carga, la infraestructura eléctrica existente y las necesidades de un estilo de vida moderno y conectado.

Si estás considerando dar el paso hacia la movilidad eléctrica, sigue leyendo para obtener una comprensión completa de cómo navegar por el mundo de las capacidades eléctricas y los coches del futuro.

Factores que influyen en la potencia contratada

La potencia eléctrica que necesitas contratar en casa para cargar un coche eléctrico dependerá de varios factores, como la capacidad de carga del coche, la velocidad de carga deseada, y las otras cargas eléctricas que tengas en tu hogar.

Estas son las pautas generales:

  • Capacidad de carga del coche eléctrico: los coches eléctricos vienen con diferentes capacidades de carga. Por lo general, se miden en kilovatios (kW) y varían desde cargas lentas de 3 kW hasta cargas rápidas de 11 kW o más.
  • Velocidad de carga deseada: si deseas cargar tu coche eléctrico de manera más rápida, necesitarás una potencia eléctrica mayor. Por ejemplo, una carga de 3 kW podría ser adecuada para una carga lenta durante la noche, mientras que una carga de 11 kW permitiría una recarga más rápida.
  • Cargas eléctricas adicionales: debes tener en cuenta las otras cargas eléctricas en tu hogar. Si tienes electrodomésticos, sistemas de calefacción o enfriamiento eléctricos, y otros dispositivos que consumen energía, necesitarás una potencia suficiente para cubrir todas estas necesidades junto con la carga del coche eléctrico.
  • Instalación eléctrica existente: la capacidad de carga de tu hogar estará limitada por la instalación eléctrica existente y la capacidad del contador eléctrico. Puede ocurrir que necesites una actualización de la infraestructura eléctrica para soportar una potencia más alta.
  • Tipo de cargador: algunos cargadores de coches eléctricos permiten ajustar la potencia de carga y también establecer límites de potencia de uso para la recarga del coche eléctrico. Puedes optar por ajustar la potencia de carga según tus necesidades, la capacidad de tu instalación eléctrica y las necesidades del resto de aparatos eléctricos de tu hogar.
El tipo de cargador instalado en la vivienda influye en la potencia a contratar.

¿Qué potencia necesito para cargar un coche eléctrico en casa?

La potencia media contratada en los hogares españoles oscila entre 3,5 y 4,5 KW. Un coche eléctrico necesita al menos 2,3 kW de potencia para cargarse, aunque es recomendable contar al menos con 3,6 kW. Igualmente, la potencia recomendada es 7,4 kW para poder contar con tiempos de recarga relativamente cortos.

A modo de ejemplo, una batería de 35 kWh, una capacidad habitual en los modelos actualmente presentes en el mercado, tardará unas 10 horas en cargarse con una potencia de 3,5 kW. En cambio, con una potencia de 7,4 kW tardará al menos la mitad.

Por tanto, no se puede decir que sea necesario contratar más potencia eléctrica para dar la bienvenida a un coche eléctrico en tu vivienda, pero sí es recomendable en función de la necesidad que tengas de reducir los tiempos de recarga.

La importancia del cargador, ¿inteligente o no?

Suponiendo que cargues el coche a una potencia de 3,6 kW, puedes enfrentarte a dos escenarios posibles en función del tipo de cargador que tengas instalado:

  • Con cargador inteligente: este dispositivo es capaz de modular la potencia en función de la demanda de la vivienda. Por tanto, cuando en esta se produce un consumo determinado, el cargador inteligente adapta la potencia máxima de carga del coche eléctrico. De ese modo, la vivienda sigue disponiendo de la electricidad que necesita, pero el tiempo de carga del vehículo se alarga.
  • Sin cargador inteligente: en caso de no contar con cargador inteligente, este funcionará siempre al máximo de su potencia. Por tanto, si contamos con un cargador a 3,6 kW y tenemos 4,5 kW contratados, será fácil que la vivienda sobrepase el límite y salten los plomos. En este caso, el modo de evitar dicha situación es contratar más potencia.

Un cargador de 7,4 kW, ¿la mejor opción?

Muchos usuarios de coche eléctrico optan por utilizar cargadores de 7,4 kW, lo que obviamente conlleva un aumento de la potencia contratada para la vivienda.

Este tipo de cargador es válido para cualquier tipo de vehículo eléctrico o híbrido enchufable (PHEV), se puede instalar en viviendas unifamiliares y garajes comunitarios y, además, permite tiempos de recarga más reducidos.

Aunque la mayor parte de los coches eléctricos actuales no suele contar con baterías de más de 50 kWh, cada vez son más los modelos que disponen de baterías de 80 kWh o más. Esto significa que necesitan potencias de carga más elevadas para mantener tiempos de recarga razonables.

Cada vivienda, vehículo y usuario necesitan una cantidad concreta de potencia eléctrica.

Así, un punto de carga de 7,4 kW puede tardar casi 11 horas en recargar al 100 % una batería de 80 kWh. Es entonces cuando entran en juego los cargadores trifásicos, que permiten cargar hasta 22 kW, reduciendo dicha espera a poco más de tres horas y media.

Queda claro, por tanto, que la potencia contratada ideal para tu hogar dependerá mucho de las necesidades de los dispositivos eléctricos de la misma, de la batería de tu coche, del tipo de cargador instalado y, por supuesto, de tus hábitos de uso del vehículo.

Si puedes permitirte cargas lentas durante la noche o no necesitas toda la autonomía del vehículo a diario, entonces podrás ahorrar al no tener que incrementar la potencia contratada. De lo contrario, tendrás que priorizar tus necesidades de uso al coste de la misma.

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