El Dodge Durango es una auténtica institución entre los SUV americanos. Un todocamino de grandes dimensiones y en cuyo interior puede albergar hasta tres filas de asientos. En los últimos años se ha consolidado como uno de los modelos más relevantes de la gama Dodge. Y es que, en pleno auge de la denominada «fiebre SUV», el Durango es el único vehículo de esta índole comercializado por la compañía norteamericana. Un modelo que lidia en el competido segmento E.
La primera generación del Durango irrumpió en escena en el año 1997. Con el paso del tiempo ha sufrido una importante evolución y son ya tres las generaciones que tiene a sus espaldas. A pesar de la evolución que ha experimentado, el Durango se ha mantenido siempre fiel a sus orígenes. Es pura filosofía Dodge. Un todocamino perfecto para los amantes de los coches americanos. Es grande, espacioso y, a pesar de ello, dispone de unas prestaciones elevadas en sus configuraciones más deportivas.
Mide 5,10 metros de largo y su distancia entre ejes alcanza los 3,04 m. En el interior del Durango pueden viajar hasta siete pasajeros adultos ya que dispone de tres filas de asientos. El modelo de siete plazas presenta una disposición de los asientos 2+3+2. También existen variantes de seis asientos en configuración 2+2+2. Esto lo convierte en un vehículo perfecto para la movilidad familiar.
En Europa, los principales rivales del Durango son el Toyota Highlander, el Ford Explorer, el Mercedes GLE, el Jeep Grand Cherokee y el Volkswagen Touareg. Si nos centramos en la competencia americana, el SUV de Dodge debe enfrentarse, entre otros, con el Buick Enclave, el Volkswagen Atlas, el Chevrolet Blazer, el KIA Telluride, el Hyundai Palisade, el Honda Pilot y el Nissan Pathfinder.
La gama Durango está estructurada en diferentes versiones. Dodge permite configurarlo en niveles de acabado Premium, Hemi, SRT y SRT Hellcat. En su versión de acceso el equipamiento de serie es muy amplio. Tanto a nivel de conectividad como de confort y de seguridad.
En su configuración más extrema, el acabado SRT Hellcat, el Durango equipa un motor de gasolina SRT HEMI V8 de 6.2 litros sobrealimentado con 710 CV y 868 Nm de par máximo. Es manejado a través de una caja de cambios automática de ocho velocidades y un sistema de tracción total. A pesar de su tamaño, gracias a esta mecánica puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos.
El «corazón» del Durango es un motor V8. Un bloque que también encontramos en el modelo de acceso a la gama. Una versión de 5.7 litros que desarrolla una potencia de 360 CV y 529 Nm de par máximo. Al igual que en el resto de motorizaciones que hay disponibles, está asociado a una caja de cambios automática de ocho relaciones y un pertinente sistema de tracción total. Lejos de nuestras fronteras, este modelo está disponible con motor V6 para ofrecer una potencia por debajo de la barrera de los 300 CV y, de esta manera, ofrecer un nivel superior en términos de eficiencia de consumo de combustible y/o de emisiones.
A lo largo de su historia el Durango solo ha estado disponible con mecánicas de gasolina. En 2009, la segunda generación del SUV de Dodge recibió una importante novedad. Una motorización electrificada. En dicho tuvo lugar el lanzamiento comercial de la variante híbrida del Dodge Durango. Una versión que irrumpió en escena de manera paralela al lanzamiento del desaparecido Chrysler Aspen híbrido.
Tuvo un recorrido comercial muy corto. Poco después de su lanzamiento comercial Chrysler decidió finalizar la comercialización de su modelo y, por ende, la continuidad del Durango híbrido era imposible. De ambos modelos se fabricaron unas 800 unidades, por lo que es toda una rareza. El sistema híbrido del Durango combina un motor V8 de 5.7 litros con dos motores eléctricos. Contaba con tracción y, a pesar del incremento de peso que suponía el esquema híbrido (unos 180 kilogramos), ofrecía una notable mejora en el consumo de combustible.
Es fabricado en territorio americano. El Dodge Durango se fabrica en Estados Unidos. Y más concretamente, en unas instalaciones de Stellantis localizadas en Detroit, Míchigan. La mayor parte de sus componentes son producidos en Estados Unidos. Canadá también desempeña un papel protagonista en el proceso de fabricación de este y otros modelos de la marca Dodge.