Lo mejor, lo peor y comportamiento
Crítica 500
Llegó el momento. Después de casi 2 años con el coche, y ahora que la fiabilidad de las reseñas en Internet empieza a estar cuestionada por los fraudes… ahí va la mía.
En la escuela me enseñaron que un buen diseño tiene en cuenta la forma y la función. Y que la forma tiene que estar supeditada a la función. El FIAT 500 se salta está 'ley' del diseño en infinidad de aspectos. Por eso no le doy más que un 5 en diseño. Sin embargo, no todo es malo.
Ordenaré mi crítica entre 'lo mejor', 'lo peor' y 'comportamiento'. Y a aquellos a los que no les gusta leer, les adelanto que pretendo ser minucioso y prolijo en descripciones.
LO MEJOR:
- Es 'mono', incluso 'sexy' Quisiera usar adjetivos menos vagos, pero es que creo que son los que mejor lo definen. Eso no quiere decir que tenga un buen diseño. Como dije en mi introducción creo que han dejado la función bastante de lado. 'Mono' significa solo que estéticamente gama por goleada. Además de explotar el cariño que tenemos al icono de la historia. Pero como todo lo que pueda comentar sobre la estética es opinable, no me enredaré peleas de 'bonito-feo-del montón'.
- Sale como un cohete, disparado. En los semáforos es el amo. Le estorban hasta las motos que paran en la línea de delante. Lo del 'par instantaneo' es la bomba.
- Para entrar a diario a una gran ciudad, es ideal. He pasado de gastar 250 euros en combustible a treinta y tantos en electricidad.
El ahorro es evidente. ¿Pero es rentable? Es cuestión de sentarse a hacer números (en mi vida había tenido que contemplar tantas variables) para saber cuánto tiempo tardaremos en compensar el sobrecoste por ser eléctrico, con el mencionado ahorro en combustible. Si consume más que un Twingo eléctrico la verdad es que no lo he calculado, porque creo que la diferencia sería irrelevante para la decisión final.
LO PEOR:
- En general la usabilidad y ergonomía interiores son bastante mejorables.
- Todos los mandos que controlan, entre otras cosas, el aire acondicionado y la ventilación, la luneta térmica, etcétera, están agrupados en la consola central como un teclado de piano. Solo que en nuestro caso todas las teclas son del mismo color: negras. No hay más diferencia entre ellas salvo un icono en la parte superior que tampoco se ve porque la luz viene de arriba, del parabrisas. El resultado es que cada vez que quieres manipular algunos de esos mandos tienes que andar buscando el correcto y apartando la vista de la carretera varios segundos. Para colmo, son poco intuitivos ya que para accionarlos unos se pulsan hacia arriba, otros se pulsan hacia abajo, y otros tanto para arriba como para abajo. Y todos son idénticos a simple vista. Irritante y peligroso.
- El negro piano que cubre el salpicadero se llena de huellas y polvo a los 10 minutos de estar usándolo. La suciedad se ve desde lejos.
- La puerta pesa una barbaridad. La versión tres puertas tiene las puertas especialmente largas, con lo cual pesan mucho y debes tener bastante cuidado de no golpear al coche de al lado cuando aparcas en batería.
- El cinturón de seguridad queda muy atrás y es difícil alcanzarlo. Incluso con la oposición de asiento más retrasada. Hay que andar retorciéndose para ponerse el cinturón.
- El acceso a las plazas traseras es estrecho, difícil, en el modelo 3 puertas. Además los resortes para apartar el asiento (para posibilitar el paso hacia las plazas traseras) son muy firmes y hasta violentos. Cómo una catapulta. Te puedes hacer daño si no tienes cuidado.
- El asiento no es regulable en altura, al menos en mi versión. A favor, que la posición fija es bastante alta, casi a la altura casi de la cadera, como en un SUV, por lo que es muy fácil entrar y salir del asiento de conductor y acompañante.
- El ordenador de abordo da bastantes fallos. Leves, si, pero molestos. Pierde la configuración y a veces se queda medio colgado.
Y no sigo por no aburrir en este apartado.
COMPORTAMIENTO:
El chasis es firme, el coche es muy ágil en los giros. Frena con firmeza aunque el tacto, por culpa de la frenada regenerativa, es mejorable. Se aprecia un salto en la frenada al pasar de la regeneración a las pastillas. Esto último, cuando entras alegre en curva, puede ponerte los genitales en la garganta. Porque cuando vas frenando hacia el vértice con la inercia controlada, sientes como por un segundo el coche se despendola. Es divertido.