El Ford Mustang
ha sido concebido desde sus orígenes como un vehículo descapotable. Este automóvil deportivo tan deportivo para la industria automotriz americana, y más concretamente para la marca Ford, se presentó en sociedad en el año 1964 tras haber sido anticipado a través de dos modelos conceptuales. La primera generación del Mustang estuvo disponible, entre otras opciones, en variante de carrocería Convertible. Una opción que se ha estado disponible (y lo sigue estando) durante la mayor parte de la historia comercial de este modelo.
La variante de carrocería Convertible, también denominada Cabrio, desempeña un papel protagonista en la gama Mustang. Hace posible disfrutar de una experiencia de conducción inolvidable a cielo descubierto. Experimentar todo el potencial del motor V8 que se esconde bajo el capó del Mustang sin un techo sobre nuestra cabeza es una sensación inolvidable.
En determinados mercados el Ford Mustang Convertible concentra una parte importante de las ventas que obtiene este modelo. Tal es su éxito comercial que ha inspirado determinadas ediciones especiales a lo largo de su historia. El Ford Mustang California Special es un ejemplo de cómo la variante descapotable ha sido usada por Ford para darle un impulso a las ventas de su icónico modelo.
Como bien hemos señalado, el Mustang no ha estado disponible siempre con carrocería descapotable. Durante un determinado tiempo estuvo desaparecido en los concesionarios. Una desaparición que tuvo lugar con la llegada al mercado de la segunda generación del Mustang en septiembre de 1973.
Lee Iacocca, quien fuera nombrado Presidente de Ford Motor Company en el año 1970, encargó un Mustang más pequeño y de menor consumo de combustible. Inicialmente estaba previsto que el Mustang II estuviera basado en el Ford Maverick, pero finalmente se optó por el subcompacto Ford Pinto. Fruto de la petición de Iacocca nació la segunda generación del Mustang. Un modelo que, lamentablemente, no estuvo disponible en formato descapotable.
Tras nueve años de ausencia, en 1983 se materializó el regreso del Mustang Convertible. Un regreso que se produjo gracias al lanzamiento de la tercera generación del Mustang. Una generación cuya puesta de largo tuvo lugar en 1979. Desde entonces la variante de carrocería descapotable ha estado presente en la gama Mustang.
En septiembre de 2022 se llevó a cabo la presentación en sociedad de la séptima generación. Un cambio generacional en un momento clave para la industria del automóvil tanto estadounidense como europea. Una industria que acelera su proceso de electrificación. El Mustang de séptima generación destaca por su diseño exterior, por su equipamiento tecnológico y, sobre todo, por su mecánica.
El Mustang Convertible que podemos encontrar en nuestros concesionarios es un vehículo de tamaño medio. Mide 4,81 metros de largo. Una longitud que le encuadra en el competido segmento D. En su interior hay un total de cuatro plazas. Es un descapotable 2+2. La distancia entre ejes se sitúa en los 2,72 metros. El maletero cubica un volumen de carga de 310 litros.
Si bien está encuadrado en un segmento donde la competencia es voraz. Lo cierto es que deportivo de Ford no tiene competidores directos. Por lo menos en Europa. Las alternativas más cercanas que podemos encontrar a este modelo son el Audi RS 5, el Mercedes-AMG C 63 y el BMW M4. Si las marcas Chevrolet y Dodge operasen de manera oficial en Europa, y más concretamente en España, sí podríamos señalar a los Chevrolet Camaro y Dodge Challenger como los principales rivales del Ford Mustang Convertible.
La gama de motores del Mustang Convertible ha variado con el paso de los años. El «corazón» del modelo actual está equipado con un motor V8 de 5.0 litros Gen IV. Un bloque que desarrolla una potencia de 453 CV y 540 Nm de par máximo. Se puede asociar a una caja de cambios manual de seis velocidades o una transmisión automática. Siempre con tracción trasera.
El proceso de producción en serie tiene lugar lejos de las fronteras europeas. El Ford Mustang Convertible se fabrica en Estados Unidos. En concreto, la producción tiene lugar en unas instalaciones de Ford localizadas en Detroit, Míchigan. La gama Mustang se ha venido fabricando en territorio estadounidense de manera ininterrumpida por más de medio siglo.