20 años de la primera corona del reinado de Schumacher
El 13 de noviembre de 1994 se disputaba el Gran Premio de Australia, última prueba del año. Michael Schumacher (Benetton) llegaba como líder con un solo punto de ventaja. Una polémica maniobra provocó el abandono del alemán y de su rival Damon Hill, y Michael se alzó con el primero de sus siete mundiales.
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Publicado: 13/11/2014 15:30
Michael Schumacher es el piloto más laureado de la historia en Fórmula 1 con siete mundiales, marca que difícilmente podrá alcanzar algún otro piloto. Su reinado comenzó el 13 de noviembre de 1994, en Australia. Nada es igual desde aquel día, cuando nació su leyenda. Schumacher le daba el primer campeonato del mundo de Fórmula 1 a una Alemania que aún no se había estrenado en el palmarés de pilotos y que actualmente es el segundo país con más títulos (11). Ahora, cuando se cumplen 20 años de la primera corona del 'Kaiser' , su entorno ha decidido celebrarlo reabriendo su sitio web.Michael se encuentra en rehabilitación y su familia ha dejado un mensaje de agradecimiento a los fans en dicha página:
"Sus deseos nos dan fuerza.
Todavía recibimos deseos de que Michael se recupere cada día. Todavía estamos impresionados por la enorme cantidad de simpatías. Solo podemos siempre agradeceros por enfrentar esta lucha junto a él y nosotros. Seguimos confiando y esperando lo mejor para Michael. Su fuerza nos está ayudando a mantener el apoyo hacia él
#keepfightingMichael".
"El día en el que un piloto se convirtió en megaestrella".
Así define el sitio web de Schumacher aquel 13 de noviembre. Temporada 1994. El alemán llegaba como líder del campeonato a la última carrera del año, que se disputaría en Adelaida, Australia. Solo un punto le separaba de su más absoluto perseguidor, Damon Hill. Mansell, compañero de Hill en Williams, marcó la pole, con el Benetton de Schumacher en segunda posición y Damon en tercera. Michael consiguió llegar en primera posición a la primera curva, tras una mala salida de Mansell, que buscó más entorpecer el avance del Benetton que mantener el liderato. Hill se puso segundo y así fueron pasando las vueltas. Antes de llegar a la mitad de carrera, en la vuelta 35, ocurrió la polémica maniobra que se convirtió en el desenlace del mundial.
Michael Schumacher, perseguido por un Hill que cada vez se acercaba más, perdió el control de su monoplaza e intentando volver a pista se tocó con el muro. Su rival ya estaba pegado a él y, pese a los problemas del germano, no dudó en lanzarse al adelantamiento ya en la curva siguiente. Pero el joven Schumacher no estaba dispuesto a entregar el primer puesto del mundial que había mantenido desde la primera carrera y en la curva mantuvo su trazada, lo que provocó la colisión entre su Benetton y el Williams de Hill y las críticas de numerosos aficionados. Michael tuvo que abandonar inmediatamente y ver cómo su rival llegaba a boxes para intentar continuar. Sin embargo, los mecánicos del equipo inglés nada pudieron hacer y, tras ver cómo Damon se bajaba del coche, la alegría, emoción y alivio inundaron a un Schumacher que tal vez ni imaginaba lo que estaba por venir durante los siguientes años: era campeón del mundo.