Abiteboul justifica la fiabilidad de Renault: "Teníamos que ser muy agresivos"

La vuelta de Renault como estructura oficial con su propio equipo en Fórmula 1 llamó la atención de gran parte del paddock, sobre todo tras anunciar que su unidad de potencia estaría a la altura de los motoristas más grandes actualmente, Mercedes y Ferrari, a medio plazo, siempre y cuando consiguieran dar los pasos adecuados para llegar a tal fin.

No obstante, la marca gala ha admitido que se ha excedido en la parte que estaba de su mano para aportar potencia añadida a su motor, comprometiendo más de lo necesario la fiabilidad, tal y como afirmó Cyril Abiteboul a Motorsport.com. “Claramente, el punto más negativo de 2017 ha sido la fiabilidad. Nos costó mucho al equipo, pero también a nuestros clientes, y la verdad es que lo siento por ellos”, aclaró el responsable de Renault en la categoría reina. “Teníamos que ser muy agresivos para crear la plataforma y completar la convergencia con los otros fabricantes de unidades de potencia”.

Abiteboul achacó sus múltiples contratiempos en 2017 a “la combinación de un motor completamente nuevo y la falta de kilómetros en el banco de pruebas durante el invierno”, una mezcla letal que terminó por derrumbar cualquier opción de progresar poco a poco desde el Gran Premio de Australia en adelante, tal y como se habían propuesto. “Descubrimos varios de los problemas en el test invernal, y otros tantos al comienzo de la temporada, cuando ya era muy tarde para reaccionar e implementar mejoras”.

Jugamos con fuego desbloqueando nuevos modos de rendimiento que afectaban un poco a la fiabilidad

El jefe de Renault en Fórmula 1 confesó que “jugamos con fuego” a lo largo de la temporada, “desbloqueando nuevos modos de rendimiento que afectaban un poco a la fiabilidad”, inconvenientes que se agravaron porque “también tuvimos problemas con ciertas medidas de refrigeración que a varios equipos les costó respetar”, un inconveniente que iba más allá de lo que esperaban solucionar con ligeras modificaciones en su unidad de potencia.

En las filas de Renault han analizado sus fallos para conocer cómo deben actuar para ser realmente competitivos en 2018.

Los franceses continuaban rodando con el MGU-K de 2016 a mediados de la temporada, un dato realmente alarmante que ponía de manifiesto los dolores de cabeza que les estaba proporcionando la nueva pieza para este año en fiabilidad, una adaptación nefasta al resto de los componentes del motor que les hizo perder rendimiento y quedarse de manos atadas hasta que finalmente dieron con la clave, aunque quizás, para entonces, ya fuera demasiado tarde.

Encontramos nuevos modos de hacer funcionar el motor a un mayor rendimiento, pero provocó el primer lote de problemas

“Encontramos nuevos modos de hacer funcionar el motor a un mayor rendimiento, pero provocó el primer lote de problemas”. Toro Rosso se ha llevado la peor parte de los fallos relacionados con el propulsor, con Brendon Hartley y Pierre Gasly acumulando sanciones antes incluso de pisar la pista que les lastraron en su aclimatación al equipo de Faenza. “Con más kilometraje, comenzamos a sufrir problemas de fiabilidad relacionados, simplemente, con la vida útil de las piezas. Tratamos de gestionarlo reduciendo la temperatura de trabajo. Algunos equipos lo consiguieron, pero no todos”.

En última instancia, Abiteboul cuantificó en “más o menos 45 puntos” la pérdida total generada por su dudosa fiabilidad, algo que les perjudicó a la hora de conseguir alcanzar “el quinto puesto en constructores, nuestro objetivo inicial”, que definitivamente fue a parar a manos de Williams. “No quiero subestimarlo, porque que un coche se retire, ya sea de Renault o con motor Renault, es extremadamente frustrante. Ha dañado nuestra imagen y nuestra reputación, así que claramente es algo que mejoraremos de cara al año que viene sin ningún tipo de duda, eso está claro”, concluyó Abiteboul.

Fuente: Motorsport.comFotos: Renault Sport F1 Team