"Soy la única persona que le ha dicho a Adrian Newey que no quiere trabajar con él"
Un conocido expiloto de Fórmula 1 protagonizó uno de los episodios más curiosos, ya que rechazó trabajar con Adrian Newey, el ingeniero que más tarde revolucionaría el diseño de monoplazas en la categoría reina. ¿La causa? Lo consideraba incompetente.
Corría el año 1982 cuando Christian Danner, aún en los inicios de su carrera, protagonizó un curioso y único episodio en el mundo del automovilismo: rechazó trabajar con Adrian Newey, uno de los ingenieros más exitosos en la historia de la Fórmula 1 y que en los próximos meses se unirá a Fernando Alonso en Aston Martin.
Aunque en ese momento Newey era un joven diseñador con poca experiencia, el tiempo demostraría que su talento revolucionaría el diseño de monoplazas en la Fórmula 1. Sin embargo, en aquel entonces, ni Danner ni Newey podían prever lo que el futuro les deparaba.
«Una vez se olvidó de desenchufar la radio y no sabía lo que estaba haciendo con el consumo de combustible»
Christian Danner, quien acababa de comenzar su segundo año en la Fórmula 2 Europea con el equipo oficial March, seguía adaptándose a los monoplazas después de haber evitado las categorías inferiores.
Había llegado al equipo March-BMW un año antes, en 1981, en lo que supuso una temporada de aprendizaje difícil. No en vano, había tenido que enfrentarse a la dura realidad de competir contra compañeros más experimentados como Corrado Fabi y Thierry Boutsen.
«Me enseñaron la lección de que pilotar un monoplaza no es tan fácil. Y me llevó toda la temporada de 1981 llegar a mi máximo nivel», reconoce Danner.
Adrian Newey, un joven ingeniero muy poco preparado
En 1982, y a pesar de sus progresos, aún estaba en plena evolución como piloto. Al inicio de la temporada, Adrian Newey fue asignado como ingeniero de carrera de Danner en March F2. Ambos eran jóvenes y con poca experiencia en la categoría, lo que generó ciertas tensiones.
La primera carrera de la temporada en Silverstone resultó desastrosa: Danner, que lideraba la prueba, tuvo que retirarse tras quedarse sin combustible debido a una fuga en el tanque. Este incidente marcó el punto de inflexión en su breve colaboración con Newey.
Danner, desconfiado de las capacidades de Newey, decidió que no quería continuar trabajando con él. «Soy la única persona en el mundo del automovilismo que alguna vez ha dicho que no quiere trabajar con Adrian Newey», recuerda Danner, aunque hoy en día lo dice con una sonrisa.
El desencanto de Danner no fue sólo por el incidente de Silverstone. Según relata, Newey cometió algunos errores básicos, como olvidar desconectar la radio o no gestionar correctamente el consumo de combustible.
«No quería trabajar con Newey y le dije: “Adrian, no tienes experiencia, yo no tengo experiencia, esto no va a funcionar”. Estaba muy desconcentrado. Una vez se olvidó de desenchufar la radio y no sabía lo que estaba haciendo con el consumo de combustible. Era sólo un joven diseñador», relata Danner.
Estos fallos, aunque propios de un ingeniero en formación, convencieron al piloto alemán de que necesitaba un ingeniero más experimentado para poder progresar. Así, solicitó ser emparejado con Ralph Bellamy, un ingeniero veterano del equipo March.
Mientras Danner completó el campeonato con Bellamy y otros ingenieros, Newey fue asignado al piloto venezolano Johnny Cecotto.
Adrian Newey progresó para convertirse en el más grande
Aquella temporada, los protagonistas del campeonato fueron el venezolano (subcampeón con Newey) y Fabi, que se disputaron el campeonato. Mientras, Danner finalizó 14º en la clasificación tras puntuar únicamente en las últimas tres carreras.
Aunque su relación profesional duró sólo una carrera, tanto Danner como Newey siguieron caminos exitosos. Danner continuó su carrera en monoplazas, siendo campeón de la Fórmula 3000 Internacional en 1985 y compitiendo brevemente en Fórmula 1.
Por su parte, Newey consolidó su lugar como uno de los diseñadores más influyentes de la Fórmula 1, desempeñando un papel clave en equipos como Williams, McLaren y Red Bull Racing, donde ha dejado un legado imborrable y ha coleccionado 25 campeonatos mundiales de pilotos y constructores.
Hoy en día, Danner recuerda con humor aquel episodio. «Tanto Adrian como yo todavía nos reímos de eso», dice. Lo que en su momento parecía una decisión profesional lógica terminó convirtiéndose en una anécdota curiosa: la única vez que alguien rechazó trabajar con el futuro genio del diseño automovilístico.
Fuente: Formulascout.com