Alonso reconoce que aceptaría volver con "un equipo puntero"

Éste 2019, Fernando Alonso ha optado por dar un paso al lado en su carrera deportiva y priorizar sus ambiciones automovilísticas fuera de la Fórmula 1. Tras obtener la victoria en las 24 horas de Daytona, sus siguientes objetivos pasan por repetir triunfo en las 24 horas de Le Mans y, sobre todo, su segundo asalto a las 500 millas de Indianápolis, la única pieza que le falta para convertirse en el segundo piloto de la historia tras Graham Hill en completar la Triple Corona.

Ésta situación resultaba impensable hace apenas cinco años, cuando el asturiano aún militaba en Ferrari, por una amplia combinación de aspectos. Sin ir más lejos, parecía difícil que Alonso renunciase a disputar el Mundial contando con un coche lo suficientemente competitivo, aunque la idea de probar otros terrenos ya empezase a sobrevolar la cabeza del piloto español ese año.

En ello se había basado la corriente de opinión de que Alonso busca en esas empresas externas una forma de suplir las victorias que no han llegado, en cuatro años en los que el podio no ha sido siquiera una opción. Aunque ese extremo nunca ha sido reconocido por el piloto asturiano más que de forma tácita, Alonso se mantiene estrechamente vinculado a la Fórmula 1 a través de McLaren, pero un posible regreso parece estar condicionado a un único factor: un coche competitivo.

En esos términos se manifestó a finales del pasado mes de enero en Daytona, durante una entrevista publicada recientemente por el canal de YouTube 'Acelerados', en la que charló con un viejo rival, Rubens Barrichello: "La Fórmula 1 siempre la vas a echar de menos, porque es la categoría máxima; conducir esos coches es magia, porque son los más rápidos del planeta", aseguró el piloto español. "Si tienes la oportunidad de llegar a un equipo puntero, la posibilidad de ganar, siempre vas a decir que sí, porque la Fórmula 1 es la Fórmula 1".

A su vez, Alonso aprovechó para criticar uno de los aspectos en los que pilotos y equipos han hecho más hincapié en años recientes: la longitud de un calendario mucho más largo y transoceánico que el que había en su debut en 2001, algo que ha llevado a Liberty Media a plantearse reducir los findes de Gran Premio a dos días: "Quizá hay demasiados viajes: yo cuando llegué había 16 Grandes Premios, 11 en Europa, eran pocos viajes. Ahora hay 21 Grandes Premios, 12 fuera de Europa. El calendario es bastante intenso".

Esa intensidad contrasta con la del calendario de Alonso para 2019, que en la actualidad está desprovisto de carreras más allá de la cita de Le Mans en junio. El veterano bicampeón del mundo, no obstante, tiene claro cual es el objetivo del año: "Haré las carreras del WEC que faltan, haré Le Mans otra vez, pero mi cabeza está puesta en Indianápolis e intentar ganar esa carrera. Esa es la prioridad de este año. Sé que es la más difícil de las tres, porque en F1 necesitas un buen coche y puedes ganar el campeonato del mundo. En Le Mans, con Toyota teníamos una buena oportunidad de ganar este año porque teníamos un coche mejor, pero Indy... está difícil, está difícil".

Alonso y Barrichello también aprovecharon para recordar viejos tiempos, repasando los inicios de la carrera del ovetense desde el karting hasta su llegada al Gran Circo. En ese sentido, Alonso no se mojó sobre si realmente era más veloz en los test que los pilotos titulares, Jenson Button y Jarno Trulli: "No teníamos comparación, porque había muchos test en ese momento en la Fórmula 1, y yo probaba entre carreras, pero estaba solo en la pista. Pero siempre me sentí cómodo, y en esos años de probador tienes que intentar hacerlo bien para que te den la oportunidad al año siguiente. Fueron años de algo de tensión, porque quieres triunfar en la Fórmula 1, pero necesitas la ayuda de tus jefes y la oportunidad. Yo tuve la suerte de que me llegó, y otra mucha gente no la tiene".