GP Gran BretañaEl análisis: las claves del GP de Gran Bretaña

Ya se han disputado diez Grandes Premios y la distancia entre Nico Rosberg y Lewis Hamilton es únicamente de un punto. El piloto inglés ha reaccionado en cuanto las averías le han dado un poco de aíre y, junto a él, ha emergido otro piloto que ya apuntaba maneras y esta confirmando todas ellas: Max Verstappen.

15 min. lectura

Publicado: 11/07/2016 19:40

Una carrera con la lluvia como protagonista siempre da lugar a grandes gestas y sonoros fracasos. En el caso de Silverstone, el líquido elemento no apareció durante la carrera, pero sí lo hizo con fuerza antes, lo que proporcionó una primera mitad de Gran Premio claramente definido por el asfalto mojado.

En él, hubo dos pilotos que destacaron sobre el resto: Lewis Hamilton y Max Verstappen. El primero cimentando un liderato sólido y el segundo abriéndose camino hasta una segunda plaza que llegó a perder con la pista seca, pero que finalmente recuperó tras la sanción a Nico Rosberg.

Ferrari tiene motivos para preocuparse, pues Red Bull se acerca peligrosamente en el campeonato de constructores, algo que podría llegar a ocurrirle también a un equipo Williams, que desde hace varias carreras, está cediendo terreno con Force India.

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Las estrellas

Mercedes

Tras el desastre de Austria, Mercedes ha conseguido enderazar la situación. No sólo ha demostrado que sigue teniendo el monoplaza más completo en un circuito en el que Red Bull podía amenazarles, sino que también ha conseguido calmar la tensión interna y, al menos, aparentar normalidad entre sus pilotos.

Que el motor es el mejor de la parrilla no es ningún secreto, pero el chasis acompaña y de qué manera. En el segundo sector de Silverstone, donde la aerodinámica lo es todo, Mercedes siguió siendo la referencia, incluso por delante de Red Bull -aunque, eso sí, por poco margen-. En definitiva, Mercedes consiguió salvar un fin de semana muy complicado a todos los niveles. Y lo hizo con nota.

Max Verstappen

Desde que ascendiera a Red Bull hace cinco carreras, sólo Lewis Hamilton ha conseguido más puntos que Max en el campeonato, superando incluso a Nico Rosberg por nueve puntos. Es cierto que le está costando sacar el máximo partido del monoplaza en clasificación, algo que el propio equipo reconoce, pero en Silverstone estuvo perfecto incluso en ese sentido.

Aunque a su compañero no le acompañara la suerte en la carrera, lo cierto es que el ritmo de Max, tanto en mojado como en seco, fue muy superior. Hasta hace nada, Ricciardo rozaba la perfección carrera tras carrera, pero la presión a la que le está sometiendo Max parece empezar a hacer mella en él. O, quizá, sencillamente Max es mejor. El tiempo lo dirá.

Force India

Hablamos muy a menudo en Motor.es de la eficiencia de este equipo con los recursos que tiene a su disposición, pero sigue sin ser suficiente. Porque lo que Force India consigue, año tras año, es superarse. Y, en gran medida, es gracias a fines de semana como el de Silverstone, donde la situación no era excesivamente favorable, pero consiguieron sacar adelante un resultado muy provechoso.

Si Williams sigue en caída libre, Force India lo aprovechará y, aunque el quinto puesto final seria un logro, el cuarto les haría merecedores de disputarle a Mercedes el título honorífico de mejor equipo de la temporada.

Carlos Sainz

Falló el español en Abbey, la curva que se llevó por delante a casi toda la parrilla cuando la pista aún se encontraba húmeda alrededor de un estrecho carril coincidente con la trazada.

Un error menor, dadas las circunstancias, que le hizo perder dos posiciones, pero que no debe empañar su recuperación a lo largo del fin de semana. El coche iba mal el viernes, pero convirtió eso en una séptima plaza en parrilla y, con la pista húmeda, un sexto puesto durante bastantes vueltas. Es obvio que Carlos debe pulir aún varias cosas, pero también es cierto que su progresión es palpable y que es, sin ningún género de dudas, el líder de Toro Rosso.

Los estrellados

Ferrari

Los errores de sus dos pilotos han sido numerosos este fin de semana, algo que, en el caso de Sebastian Vettel, es preocupante. El alemán se está viendo arrastrado por el infortunio y las averías, pero dejando todo eso al margen, su pilotaje ha perdido por completo esa consistencia a la que nos tenía acostumbrados hasta ahora.

Red Bull acecha y ya se encuentra a sólo seis puntos en la clasificación general del campeonato. Dadas las circunstancias, es preocupante. En Silverstone, Ferrari se vio completamente desbordado por el equipo austriaco y, en carrera, nada funcionó como debería. Con problemas para gestionar los neumáticos y un paquete aerodinámico claramente inferior al de Mercedes y Red Bull, el equipo de Maranello sólo rinde en circuitos de potencia y tracción por encima de todo (lo de la fiabilidad y el recurrente problema de las cajas de cambios, lo dejamos para otro día). Por suerte para ellos, la mayoría de los circuitos del calendario son así gracias a Tilke, pero eso no nos impide ver las limitaciones de un equipo que empieza a acostumbrarse a la mediocridad. ¿Excesivamente duro? Es que estamos hablando de Ferrari.

Williams

Ni el consuelo de las paradas en boxes le queda ya a Williams, que dejó de ser el equipo más rápido por primera vez este año e, incluso, llegó a tener problemas con una de las ruedas de Massa en su primera parada.

Pero, anécdotas aparte, lo preocupante es que la tendencia regresiva continúa. Williams siempre ha tenido un déficit de carga aerodinámica notable, pero lo de este año empieza a ser demasiado. Ni un mísero punto se llevaron de Silverstone, poniendo en peligro la cuarta plaza del campeonato. Es complicado recuperar el prestigio cuando cuentas con un coche que sólo rinde en circunstancias muy concretas porque, ya no se trata sólo de aerodinámica, es que los problemas con los neumáticos empiezan a ser la norma habitual.

McLaren

El fin de semana de los de Woking ha sido decepcionante. Es cierto que Fernando Alonso se metió con brillantez en la Q3 y que, en carrera, rodó metido en la zona de puntos durante unas cuantas vueltas. Pero su salida de pista le quitó esa posibilidad y su ritmo en seco tampoco es que fuera muy prometedor.

McLaren da el pego en clasificación. Pero, por lo general, sus carreras no son tan esperanzadoras y el coche, en un circuito en el que la aerodinámica es lo más importante, no termina de dar un paso adelante. Sí, la comparación con la temporada pasada indica un gran paso adelante. Y sí, Fernando Alonso no miente cuando destaca la notable evolución del equipo respecto a 2015. La cuestión es: ¿era admisible lo de 2015? Y, por tanto, ¿tanto mérito tiene que McLaren sea, en este momento y en el global de la temporada, el séptimo mejor equipo de la parrilla? Si les interera mi opinión, les diré que no, ni mucho menos.

Renault

Que Renault lo va a pasar mal de aquí a final de temporada es obvio y que el resultado de Silverstone no es una sorpresa, también. Pero que ambos coches abandonen por la misma causa (problemas en la caja de cambios), no debería ser asumible en ningún equipo de la parrilla.

Porque una cosa es tener un coche lento y que no tiene solución (ni merece la pena intetarlo) y otra es que la fiabilidad se reproduzca de este modo. Renault tiene un plan ambicioso y en unos plazos razonables. Y, personalmente, confío en que volverán a subir al podio y a ganar carreras. Pero no deben permitirse caer tan bajo.

El destello

Que Max Verstappen es rápido lo sabemos todos desde hace mucho tiempo. Lo que se acostumbra a poner en duda del neerlandés es su madurez. Pues bien, está aprendiendo a pasos agigantados y, en Silverstone, volvió a demostrar una de las características propias de los grandes pilotos: su inteligencia a la hora de defender la posición. Sin movimientos sucios o erráticos. Con una pulcritud y eficacia muy notables.

Nico Rosberg contaba con ventaja, pues su Mercedes era sensiblemente más rápido en seco. El alemán supo tener paciencia y no cometió el error de forzar un adelantamiento que provocara un incidente. Max, por su parte, defendió en todo momento como debía, protegiendo el interior cuando era necesario y exigiendo a Rosberg a emplearse al máximo y pensar en cómo ganar suficiente velocidad en la recta del Hangar como para no tener que esperar a la frenada, donde Verstappen era inexpugnable. Ambos nos regalaron uno de los mejores momentos de la carrera.

El detalle técnico

Silverstone siempre es un gran test para comprobar qué monoplazas brillan a nivel aerodinámico. No se trata se saber quién cuenta con mayor carga, sino qué monoplazas son los más eficientes.

El segundo sector es muy esclarecedor en ese sentido y Mercedes fue algo más rápido que Red Bull a lo largo del fin de semana. Por poco, pero lo fue, quizá aprovechando la mayor potencia de su motor en las dos rectas que acompañan a las rápidas curvas de dicho sector.

Se suele decir que la clave de Mercedes reside en su propulsor, pero lo cierto es que el monoplaza en conjunto es brillante. Quizá si Red Bull tuviese un motor con una potencia similar a la de los alemanes, podría permitirse descargar algo más el coche a nivel aerodinámico y, entonces sí, demostrar que su chasis es el mejor de la parrilla. No sería por mucho, en cualquier caso.

La zona oscura

Nico Rosberg ganó en la pista el segundo puesto en Silverstone, Pero lo hizo, en parte, gracias a la ayuda de su ingeniero. A seis vueltas del final, cuando el alemán ya había dejado atrás a Max Verstappen, vio como el Mercedes se quedaba enganchado en la séptima velocidad. De inmediato se lo comunicó al ingeniero, que rápidamente le explicó cómo debía solucionarlo a través de los controles del volante.

En Bakú, tanto Rosberg como Hamilton tuvieron un problema similar, en ese caso pérdida de potencia, y sus respectivos ingenieros no les prestaron ayuda porque la normativa lo prohíbe. En Austria, Sergio Pérez se salió de pista en la última vuelta porque se quedó sin frenos y su ingeniero no podía avisarle porque la normativa lo prohíbe.

En esta ocasión, es muy probable que Mercedes evaluara si compensaba arriesgarse a una sanción a cambio de evitar un abandono. Y, a la vista de los acontecimientos, la apuesta salió bien. Se puede discutir si es barato saltarse las normas y también si tiene sentido una normativa tan restrictiva que llega a poner en peligro a los pilotos.

En cualquier caso, la FIA ha dejado claro que va a aplicar el reglamento sin excepción y Nico ha sido el primero en sufrirlo. Ahora queda ver si, cuando se produzca una situación similar, otros equipos deciden que merece la pena saltarse el reglamento.

Fotos: Mercedes / Red Bull / Force India / McLaren / Ferrari / Williams / Renault

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