Técnica F1Análisis técnico del Alfa Romeo C39: buscando sensaciones perdidas (con vídeo)
La temporada pasada resultó decepcionante para Alfa Romeo tras las buenas expectativas creadas en 2018. Con el C39, el equipo ítalo-suizo busca recuperar la buena senda e intentar disputar el top 5 del campeonato de constructores.
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Publicado: 14/02/2020 18:30
La llegada de Longbow Finance permitió a Sauber recuperar el ritmo normal de trabajo y eso se vio reflejado en la pista durante la temporada 2018, en la que un debutante Charles Leclerc contribuyó decisivamente a instaurar el optimismo en la sede del equipo en Hinwil.
Y cuando se cerró el acuerdo financiero y técnico con Alfa Romeo, pronto Frédéric Vasseur apuntó en dirección a un top 5 en el campeonato de constructores para 2019. El Alfa Romeo C38 mostró potencial en determinadas fases de la temporada, pero finalmente acabó sucumbiendo a la inconsistencia de su rendimiento y a lo errático del desarrollo aerodinámico del equipo.
El plan para 2020 pasa por recuperar las buenas sensaciones y, para ello, Alfa Romeo ha estrenado en Fiorano el nuevo C39 con Kimi Räikkönen a los mandos. Aunque la decoración es provisional y específica para el 14 de febrero, día de San Valentín, ya hemos podido atisbar algunas novedades con respecto al monoplaza de la temporada pasada.
Efecto outwash
Alfa Romeo y Toro Rosso abanderaron en 2019 un concepto de alerón delantero al que posteriormente se han ido suscribiendo casi todos los equipos de la parrilla en mayor o menor medida. Sólo Red Bull permanece fiel al concepto tradicional y, en este C39, Alfa Romeo incluso ha radicalizado aún más el denominado «efecto outwash».
Como podemos ver en la imagen, la unión de los flaps secundarios a la parte interior del endplate se ajusta todo lo posible a la parte inferior (1 y línea verde), propiciando una depresión que posibilita que el flujo aerodinámico escape por el exterior del neumático delantero (línea amarilla) y, a continuación, se dirija hacia el deflector lateral situado junto al pontón.
Además, el morro cambia de forma aunque no de concepto, pues conserva los tres orificios de 2019, pero el central tiene ahora forma de triángulo invertido (2) y los soportes del alerón delantero avanzan un poco más, creando un túnel más largo. Así, se intenta mejorar el rendimiento del flujo que circula bajo el chasis y que se dirige hacia el splitter y la quilla.
Suspensiones revisadas
En lo que respecta a las suspensiones delanteras, también se mantiene un concepto similar en lo que a la rótula de elevación del triángulo superior respecta, así como en lo referente a la rótula de empuje tipo POU que se ha extendido por gran parte de la parrilla.
Sin embargo, Alfa Romeo ha conseguido que los triángulos de suspensión adopten ahora una posición más horizontal y elevada (3-naranja) que en el coche de 2019. Ello mejora aerodinámicamente la parte delantera y permite que la zona de los bargeboards y pontones sea, a su vez, más eficiente, aunque está por ver si permitirá una buena gestión de los neumáticos o complicará más la búsqueda de una puesta a punto óptima.
Zona media completamente nueva
Ya en las inmediaciones del cockpit -y empezando de arriba a abajo-, vemos como la admisión superior ha cambiado en parte, abandonando la doble toma más adelantada y sustituyéndola por una triangular más convencional (4). Eso sí, la gran toma posterior se mantiene, ganando incluso más área de succión al ser el triángulo que la precede menos intrusivo.
Ya en la zona de abajo, vemos como se ha rediseñado por completo el coche. Desde el bargeboard (5) hasta el deflector lateral de tres cuerpos (6), pasando por diversos redireccionadores de flujo verticales serrados en su borde de fuga que han sido situados en la base (7).
Esta zona, como hemos dicho en varias ocasiones, es vital para el buen funcionamiento aerodinámico del coche, pues permite que tanto el alerón delantero como el difusor mejoren su rendimiento, si es que es capaz de funcionar correctamente a la hora de redirigir y potenciar los diversos flujos que recibe de delante y envía hacia atrás.
Carrocería rediseñada
También cambian los pontones y la carrocería posterior, ya que su forma y volumen han sido alterados notablemente. El C38 seguía aún un diseño convencional de base estrecha y pontón muy lineal que creaba dos canales independientes de flujo, uno superior y otro inferior.
En cambio, el C39 se ha adaptado a la nueva tendencia y ahora abulta más la zona que acoge los radiadores de refrigeración (8), para a continuación crear una depresión en tobogán (9) que envía el flujo de esa zona al encuentro con el que circula por el suelo. Además, este nuevo monoplaza incluye una aleta de tiburón (10) inexistente en 2019, aunque con perfil curvado y no angulado como en la mayoría del resto de coches de la parrilla. Dicho elemento busca permitir una mayor eficiencia del alerón trasero al recibir un flujo más ordenado.
Es por tanto el C39 un monoplaza que busca reencontrar el camino correcto y volver a impregnar de positivismo a los de Hinwil. Para ello se han intentado mejorar algunos conceptos como el del tercio delantero del coche, para buscar otro camino en el resto del monoplaza, especialmente en la zona de los bargeboards y los pontones. En pocos días comenzaremos a tener respuesta sobre lo acertado de dicha apuesta.
Fotos: Alfa Romeo Racing