Análisis técnico del Ferrari SF-24, el nuevo coche de Carlos Sainz rompe con el pasado
Ferrari se ha dado cuenta de que su original vía de diseño no está a la altura de la marcada por Red Bull. Por eso, el nuevo SF-24 supone una ruptura con el pasado y adopta soluciones originarias de su rival directo.
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Publicado: 13/02/2024 14:30
Ferrari ha roto completamente con el pasado, consciente como es de que su interpretación de la nueva normativa instaurada en la Fórmula 1 en 2022 ha quedado obsoleta.
Lo cierto es que los dos Ferrari resultantes de dicho reglamento fueron rápidos y competitivos, aunque también erráticos y con tendencia a degradar en exceso los neumáticos. Así, de cara a 2024, la escuadra italiana ha decidido tomar el camino marcado por Red Bull, y que el resto de equipos también está adoptando poco a poco.
Nuevo coche, nueva decoración
La ruptura con el pasado que ha emprendido Ferrari no es únicamente técnica, sino también estética. El nuevo SF-24 vuelve a un color más oscuro (sin llegar a ser granate), retirando algo de negro e incorporando líneas blancas y amarillas. Además, los tapacubos de las llantas se vuelven rojos.
Pero lo verdaderamente importante es el diseño del monoplaza, y ahí es donde Ferrari ha dado la campanada con un concepto aerodinámico muy diferente al adoptado en las dos temporadas anteriores.
Comenzando con la parte delantera, desde el mismo morro (rectángulo verde) ya observamos diferencias. Si bien este es tan corto como el de 2023, ya que termina en el segundo elemento y no en el principal, su forma cambia con una punta menos afilada y una parte inferior más excavada para mejorar el flujo de esa zona.
Además, la toma de admisión de los pontones (rectángulo rosa) se asemeja más a la de Red Bull, ya que incorpora una bandeja inferior más adelantada que separa el flujo hacia los radiadores interiores y la base de los pontones. Eso sí, esta no es, ni mucho menos, tan atrevida como la del Aston Martin AMR24.
Pontones totalmente rediseñados
Este es el anticipo de lo que viene a continuación: un cuerpo del pontón totalmente rediseñado que, además, prescinde de la famosa bañera (rectángulo azul) para adoptar el canal originariamente popularizado por Alpine y adoptado por muchos otros equipos. Nuevamente, dicho canal no es tan profundo ni largo como el de otros equipos.
Este cambio de concepto tiene otra implicación adicional, que es un rediseño total de la cubierta motor que descansa sobre los pontones. En el SF-23 del año pasado, esta completaba el diseño de bañera, propiciando una zona final muy estrecha y estilizada.
Sin embargo, el nuevo SF-24 cuenta con una cubierta que se ensancha en su base para generar los dos canales sobre la superficie de los pontones. Eso, a su vez, hace que la zona final se convierta en un enorme canal de extracción de aire caliente (rectángulo amarillo) que se dirige directamente al beam wing (aletín inferior) del alerón trasero.
Como es de esperar, todo este conjunto de cambios redistribuye por completo la gestión del flujo aerodinámica a todos los niveles, tanto el que llega desde la parte superior del morro y los flaps del alerón delantero (líneas azules y amarillas), como el que viene desde la zona inferior de dichos elementos y sobre el suelo (líneas verdes).
En 2023, la zona superior del difusor recibía aire principalmente de la base de los pontones, mientras que ahora este canal se ve complementado por el descenso del flujo que recorre la parte superior de los pontones, por el canal antes comentado.
Lo que no cambia es la suspensión tipo pull-rod, por lo que todo indica que en 2024 sólo Ferrari y su equipo cliente, Haas, mantendrán este sistema y no el push-rod que ha acabado imponiéndose por cuestiones principalmente aerodinámicas.
En cuanto a los alerones y el suelo, lo cierto es que no merece la pena analizar demasiado en este momento, pues suelen ser elementos que cambian mucho durante la pretemporada. No sólo porque son los más susceptibles de ser rediseñados, sino porque son los que menos avanzados se muestran en las imágenes de presentación de los coches.
Ferrari ha dejado claro que este año quiere un monoplaza predecible y capaz de mantener un ritmo de carrera constante en todo momento, cualidades que han faltado en temporadas anteriores. Para ello, ha decidido cambiar notablemente el camino a seguir.
Eso sí, el primer paso en este nuevo concepto de diseño no es tan atrevido como el de algunos de sus rivales en elementos como los pontones o la suspensión trasera. Habrá que ver si eso se traduce en mayor consistencia o, simplemente, en una velocidad insuficiente.