Arrivabene y Ferrari defienden su derecho a veto

Los motores son el tema de conversación en el paddock. Toro Rosso y Red Bull siguen sin unidad de potencia para la próxima temporada y la propuesta de una reducción en el coste del suministro de propulsores tampoco ha llegado a buen término. Ferrari ejerció su derecho a veto para impedir esta medida. Mientras que la FIA contraatacó con la propuesta de un motor independiente para 2017, la marca italiana no entiende porque tiene que justificar esta decisión. Maurizio Arrivabene entiende que Ferrari está en su derecho no sólo de ejercer este veto, sino de poner el precio que guste a su unidad de potencia.

Durante la rueda de prensa de la FIA de este fin de semana en el GP de México, Maurizio Arrivabene era muy claro al respecto: "Ejercimos nuestro derecho de veto para poder ejercer nuestro derecho comercial legítimo para hacer negocios como fabricantes de motores". El responsable de Ferrari además añadía su punto de vista con una metáfora: "¿Por qué tenemos que justificarlo de otra manera? Si alguien te pide que hagas una manzana con una cierta especificación y lo haces con muchas complicaciones, pero luego te quieren imponer el precio de esa manzana, ¿qué harías?".

La postura de Ferrari está clara, no puede vender motores más baratos de lo que cuesta fabricarlos. La marca entiende que una reglamento tan complejo como la actual implica un coste de desarrollo muy alto, algo que justifica el precio elevado de sus unidades de potencia. La FIA intenta valer por el interés de los equipos clientes sin valorar el trabajo que tiene que realizar el equipo de Maranello para conseguir una unidad de potencia competitiva. Actualmente, cada equipo tiene que pagar un precio de unos 20 millones de euros por el suministro de unidades de potencia durante la temporada.

Fotos: Ferrari