Así gestiona Seidl la rivalidad Sainz-Norris en McLaren (que tomen nota otros)

Andreas Seidl llegó a la Fórmula 1 hace poco más de un año, pero desde entonces se ha ganado un sitio entre los directores de equipo más valorados y efectivos. El camino de la recuperación de McLaren lo inició Zak Brown, pero cuando Seidl llegó en mayo de 2019 este le cedió toda la autoridad y, desde entonces, el equipo ha funcionado como un reloj en casi todas las facetas.

En este tiempo, lo que más ha llamado la atención del equipo británico es su capacidad para gestionar el potencial del monoplaza y los pilotos, anteponiendo el mejor resultado posible para el equipo sin por ello impedir que Carlos Sainz y Lando Norris brillen.

«Sé que si les permitimos correr libremente, el contacto no debería suceder, y tengo mucha confianza en estos dos muchachos»

El último ejemplo de ello lo tuvimos en el Gran Premio de Estiria, en el que el español dejó pasar al británico para que este intentara aprovechar el mejor estado de sus neumáticos. Así lo hizo, ganando tres posiciones y finalizando quinto. Algo similar sucedió en el Gran Premio de Mónaco de 2019, en el que Norris se sacrificó ralentizando su ritmo para que Sainz obtuviera una brillante sexta posición.

Libertad, pero con sentido común

No ocurrió igual en la primera carrera de este año, en la que Norris y Sainz pelearon en pista por posición en las últimas vueltas, dejando McLaren total libertad para que ambos se ganaran el mejor resultado posible. Finalmente, Norris consiguió su primer podio y Sainz finalizó quinto. ¿Por qué en esa ocasión Seidl no intervino y sí en Estiria o en otras carreras anteriores?

«Les permitimos competir libremente y no interferir como equipo, siempre y cuando no haya una razón clara para cambiar de posición debido a diferentes estrategias o debido al diferente rendimiento del coche», aclara Andreas Seidl. «Creo que es importante, especialmente al comienzo de la temporada, porque eso también garantiza que obtengamos el máximo de estos muchachos y de ambos pilotos».

Así, en Estiria quedaba claro que Sainz no podría mejorar posiciones con unos neumáticos degradados en exceso, mientras que Norris tenía ritmo para mucho más. A diferencia del Gran Premio anterior, la estrategia y circunstancias de carrera dejaban a un piloto en condiciones mucho más favorables, por lo que McLaren tomó partido.

«Sé que si les permitimos correr libremente, el contacto no debería suceder, y tengo mucha confianza en estos dos muchachos», prosigue Seidl. «No soy ingenuo, puede suceder. Si miras a tu alrededor en el paddock en los últimos 30 años, cada vez que permites libertad, al final termina en un choque. Espero que podamos evitar eso».

En Austria, Norris y Sainz llegaron a emparejarse luchando por posición, pero respetaron en todo momento el espacio y ninguno salió perjudicado. Algo que Seidl alaba, aunque entiende que tarde o temprano puedan surgir problemas. «Está claro que si llegamos a ese punto, sucederá una vez. Lo tomaría como algo personal. Los pilotos son muy competitivos, tienen que serlo, y está muy claro que tienen grandes egos. Esa es la razón por la que llegaron tan lejos en sus carreras».

Respeto por el riesgo

Para Seidl, el hecho de que los pilotos se jueguen la vida por un sueño merece todo el respeto, por lo que el equipo no debe intervenir a menos que sea necesario o beneficioso para el bien común, asumiendo que los errores pueden ocurrir.

«No debemos olvidar que cada vez que estos muchachos salen del garaje, también arriesgan sus vidas», incide el alemán. «Debes permitirles a estos muchachos que los errores puedan ocurrir, de lo contrario no pueden funcionar al límite».

«Tan pronto como el ego de un piloto obstaculice los intereses del equipo, me lo tomaré como algo personal»

Recientemente, hemos visto muchos ejemplos de compañeros que no saben marcar el límite entre su aspiración personal y el bien del equipo. Ferrari lleva tiempo intentando encontrar un equilibrio que McLaren muestra con naturalidad y eficacia.

¿La clave? Tener muy claros los límites e imponer respeto desde el inicio. «Siempre debe quedar claro que todos estamos aquí para McLaren y para el equipo. El mayor bien que tenemos es el equipo. Tan pronto como el ego de un piloto obstaculice los intereses del equipo, lo tomaré como algo personal. También lo veo como un ataque personal contra mí», concluye Seidl. Justo, pero firme.

Fotos: McLaren Racing