El Aston Martin AMR24 consigue lo que parecía imposible

Cada vez resulta más complicado ver la situación de Aston Martin con optimismo, pues nada de lo que el equipo está intentando para mejorar su rendimiento funciona.

No hay peor mal para un equipo de Fórmula 1 que no ser capaz de aplicar mejoras en su monoplaza. Un mal que indica que algo muy importante falla en su estructura. Y eso es lo que la formación afincada en Silverstone ha estado evidenciando desde mediados de la temporada pasada de forma reiterada.

El Mike Krack más pesimista

Fernando Alonso ya ha hecho pública su preocupación en varias ocasiones. El piloto asturiano no está contento y así lo reconoce en público.

Pero en lo que respecta a Mike Krack, las cosas son diferentes. O lo eran, porque por primera vez el director de Aston Martin ha dejado de lado su eterno discurso optimista antes los medios de comunicación.

Si bien en ocasiones ha reconocido que Aston Martin tiene dificultades, el ingeniero luxemburgués siempre ha acompañado su discurso de un punto de vista esperanzador y positivo. Hasta ahora.

La culpa la ha tenido el rendimiento del Aston Martin AMR24 en el circuito de Zandvoort, donde el pasado fin de semana Fernando Alonso y Lance Stroll acabaron en la 10ª y 13ª posición tras partir séptimo y noveno respectivamente. Todo un ejemplo de lo deficiente que es el rendimiento del monoplaza verde en este momento, además en un circuito que tradicionalmente se le ha dado muy bien a Aston Martin.

«Tuvimos una clasificación muy fuerte. Los pilotos hicieron un trabajo fantástico en condiciones muy difíciles y comenzamos más o menos en la mejor posición posible para donde estamos con el coche», reconoce Mike Krack para poner en contexto su pesimismo.

«Muy decepcionante. Mucho trabajo duro para un punto. Lo asumimos, pero tenemos que mejorar urgentemente el rendimiento del coche», reconoce a continuación, consciente de que mantener la buena cara empieza a tener poco sentido.

La pesadilla de los domingos

En 2023, el Aston Martin AMR23 sufría para clasificarse en posiciones delanteras, pero generalmente lo compensaba con un mejor rendimiento los domingos. Sin embargo, este año las cosas están siendo distintas.

«Para los pilotos es realmente difícil irte para atrás desde una posición de salida ganada con esfuerzo. El coche no es lo suficientemente bueno», admite nuevamente Mike Krack.

Las estadísticas le dan la razón. Fernando Alonso registra este año una posición media en clasificación de 9,6. En cambio, en carrera esta cifra es peor: 9,8. En lo relativo a Lance Stroll, la tendencia difiere un poco, siendo de 11,73 frente a 11,29. Además, Aston Martin ha metido a alguno de sus coches en Q3 en 18 ocasiones, pero sólo ha puntuado en 16.

«Normalmente, preferimos mirar hacia adelante que a los coches de atrás. Pensamos que tal vez juzgamos un poco mal la situación después de la clasificación, o tal vez los pilotos hicieron un trabajo realmente sobresaliente el sábado», reflexiona Mike Krack.

«Probablemente sea el caso, porque pensamos que teníamos un poco más de ritmo. Y luego nos recordaron que no era así», reconoce nuevamente el luxemburgués tras lo visto en el Gran Premio de Países Bajos.

Quien no cambia su discurso más realista es Fernando Alonso, que ya dejó muy claro el domingo pasado que «probablemente incluso un punto es demasiado para el ritmo que tenemos. Pero hicimos una buena clasificación, y comenzar P7 obviamente nos dio la posibilidad de sumar este punto».

«Las clasificaciones son probablemente nuestra fortaleza este año», ha añadido el asturiano. «Es mejor poner dos coches en la Q3, normalmente es una buena señal. Probablemente, el sábado estuvimos un poco mejor de lo que deberíamos. Y el domingo es la realidad».

Una realidad dura que no se corresponde con las aspiraciones y expectativas creadas por Aston Martin.

Fuente: formu1a.unoFotos: Aston Martin Racing