Por qué Austria es vital para Aston Martin y cómo influye en ello la nueva actualización del AMR23

El Gran Premio de España fue muy decepcionante para Aston Martin, que esperaba lograr un nuevo podio y, quién sabe, incluso hacer soñar a Fernando Alonso con la victoria número 33 frente a su afición.

En cambio, Lance Stroll y el piloto español debieron conformarse con un sexto y séptimo puestos, que supieron a poco y plantearon serias dudas de si Aston Martin sería capaz de contener a un equipo Mercedes en ascenso.

«El viernes fue un día muy difícil. Fue el día más confuso que tuvimos en lo que va de temporada»

Canadá, un fin de semana vital

La primera crisis de Aston Martin debía ser atajada rápidamente, o las dudas comenzarían a crecer a su alrededor. Y lo hicieron, ya que Fernando Alonso logró un sensacional segundo puesto que, eso sí, no estuvo exento de dificultades.

El objetivo deportivo de retornar a la senda positiva se logró en Montreal, pero había otro objetivo que lamentablemente no pudo completarse del todo. Se trataba de examinar a fondo el nuevo paquete aerodinámico del AMR23.

Un coche más versátil y completo

Desde que comenzó la temporada, Aston Martin ha disfrutado de un monoplaza muy rápido en curva, especialmente en virajes de baja y media velocidad. Además, su gestión de los neumáticos y su tracción son igualmente notables.

Sin embargo, la velocidad punta y la efectividad del DRS son otro asunto. Esto hace que, en determinados circuitos en los que estos aspectos son muy relevantes, el AMR23 pierda terreno respecto a sus rivales.

Tom McCullough, director de rendimiento de Aston Martin, ha hablado de ello, admitiendo que «el coche es fuerte en muchas condiciones, pero su ventana operativa desde un punto de vista aerodinámico no lo es, no ha sido tan amplia como nos gustaría que fuera».

Mientras Red Bull se puede permitir configurar el monoplaza con altos niveles de carga aerodinámica, pues el RB19 es muy eficiente desde el punto de vista aerodinámico y genera poca resistencia al avance, Aston Martin se ve obligado a hacer concesiones porque los niveles óptimos de carga penalizan en exceso la velocidad en las rectas.

«Eso significa que tienes que hacer concesiones en términos de configuración y, a veces, eso significa que es más difícil optimizar el coche en un circuito específico o que hay circuitos que simplemente no nos convienen», amplía McCullough.

Por tanto, la actualización estrenada en Canadá tiene como aspiración otorgar mayor versatilidad al AMR23. «Uno de los objetivos, y también para las (novedades) que llegarán (más adelante), es tratar de asegurarnos de que eso sea un problema menor en el futuro».

«Hay circuitos que a nosotros nos hacen entender cómo funciona el coche más fácilmente, pero nuestro objetivo es hacer un coche que pueda funcionar en cualquier circuito y en cualquier condición», reitera el ingeniero británico.

El GP de Austria, vital para entender los cambios

Pero toda actualización aerodinámica de un monoplaza de Fórmula 1, especialmente si es tan importante como la acometida en el AMR23, cambia el comportamiento del mismo. Esto obliga a los ingenieros y pilotos a resetear lo aprendido e iniciar de nuevo el proceso.

«Las actualizaciones cambian el comportamiento del coche, y es algo que tratamos de lograr con esta actualización», admite McCullough.

«Queríamos intentar que el coche sea manejable y utilizable, pero también funcione en tantos circuitos como podamos. Y eso implica que, cuando cambias el comportamiento del coche, hacen falta una carrera o dos para optimizarlo», argumenta a continuación.

La primera experiencia con el nuevo paquete aerodinámico no fue todo lo útil que podría haber sido, ya que un problema logístico de la Fórmula 1 en la primera sesión de entrenamientos en Canadá y la lluvia después limitaron el tiempo útil en pista.

«Cuando pones piezas nuevas en el coche, siempre te metes en un bucle de reaprendizaje. ¿Cómo se comporta el coche en diferentes condiciones, diferentes alturas de conducción?», comienza explicando Mike Krack.

El director de Aston Martin admite que «el viernes (en Canadá) fue un día muy difícil. Fue el día más confuso que tuvimos en lo que va de temporada debido a las condiciones y las interrupciones, con diferentes programas en diferentes momentos».

«Realmente no estábamos seguros de dónde estábamos, quizá Fernando tenía una mejor sensación que nosotros», llega a reconocer el ingeniero luxemburgués.

Por tanto, en Austria Aston Martin tendrá que emplearse a fondo para aprender más sobre el ‘nuevo’ AMR23 y completar el objetivo inacabado de un Gran Premio de Canadá en el que, no obstante, se comportó de manera satisfactoria.

¿Habrá más por venir? «Tenemos mucho que aprender y tenemos que desarrollar el coche aún más en las próximas carreras», concluye un optimista Mike Krack.

Fotos: Aston Martin F1