La biometría, el gran paso para el análisis de los accidentes en Fórmula 1
La FIA experimentará con el análisis de la frecuencia cardíaca y la temperatura de los pilotos este año, y estudia instalar más cámaras por seguridad, después de que la ya instalada en los Fórmula 1 haya resultado de gran utilidad en el accidente de Alonso.
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Publicado: 07/06/2016 10:00
Desde esta temporada, todos los monoplazas de Fórmula 1 llevan instalada una cámara de alta definición que apunta directamente al casco del piloto. El objetivo es simple: estudiar con precisión los movimientos de la cabeza durante un accidente, para poder corroborarlos con los datos que arrojan los sensores del monoplaza y los acelerómetros que cada piloto lleva en sus orejas.
Esta cámara, que funciona a una resolución de 100 frames por segundo (uno cada centésima), ha probado su utilidad en la investigación del primer gran accidente de esta temporada, el sufrido por Fernando Alonso en el Gran Premio de Australia, al reflejar que el casco del piloto asturiano golpeó con la protección lateral izquierda en dos ocasiones, confirmando así los dos picos mostrados en el análisis de los acelerómetros.
Todo ello ha sido revelado en el informe del accidente, publicado esta semana por el Instituto Global para la Seguridad del Automovilismo de la FIA. Su manager general de investigación, Laurent Mekies, comentó que la labor de su organismo es un trabajo continuo, y mira con optimismo el próximo gran paso a tomar: la implementación de la biometría como herramienta de seguridad
“Es una tarea que no tiene fin, pero ciertamente es un paso muy significativo. El siguiente paso es la biometría: recabar datos de los pilotos, como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal e incluso los niveles de sudoración. Espero que seamos capaces de probarlo con un piloto antes de que acabe la temporada, por lo menos en un test. Los datos biométricos nos ayudan a conocer la condición de piloto antes, durante y después de un accidente, en lo que concierne a las operaciones de rescate”.
Conocer el estado de salud de un piloto de forma precisa tras un accidente ayuda a que el equipo médico pueda atenderle con la mayor eficacia, y puede resultar crucial en situaciones de gravedad. Además de la biometría, se está impulsando la implementación de un mayor número de cámaras que controlen al piloto, y el añadido del Halo, previsto para 2017, puede ofrecer posiciones de gran ayuda en ese sentido.
Son sólo algunas de las muchas ideas que se impulsan desde estos estamentos, en pos de perfeccionar aún más la seguridad, algo que, recalca Mekies, nunca debe dejar de hacerse, porque siempre se puede mejorar:
“Puedes imaginar un millón de cosas mañana. Puedes imaginarnos intentando estimar las fuerzas que soporta el tronco superior del piloto a través de los cinturones de seguridad, por ejemplo. Es algo que nunca se detendrá, al igual que las investigaciones sobre seguridad, y seguiremos buscando los límites para obtener un entendimiento más profundo".
Fuente: AutosportFotos: Formula 1