OpiniónBrendon Hartley, el salvavidas de Helmut Marko
El joven neozelandés se ha mantenido en la órbita del planeta Red Bull, pero únicamente como satélite al que acudir en momentos de crisis. Dicho momento ha llegado en un momento en el que Hartley puede convertirse en la salvación del programa que le rechazó hace siete años.
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Publicado: 18/10/2017 13:30
Helmut Marko tiene un problema por mucho que se empeñe en negarlo y es que el programa de jóvenes pilotos que él puso en marcha hace 16 años, pasa por un momento crítico al no contar con suficientes recursos como para nutrir a sus dos equipos de Fórmula 1.
Es más que obvio que no es sencillo encontrar a cuatro pilotos de suficiente nivel como para formar parte de un equipo de Fórmula 1 con las aspiraciones de Red Bull, pero también es cierto que el objetivo del Red Bull Junior Team regentado por Helmut Marko fue única y exclusivamente ese. Incluso Toro Rosso (anteriormente Minardi) fue adquirido para servir de plataforma de lanzamiento y, desde 2016, la situación ha ido empeorando.
Con Max Verstappen y Daniel Ricciardo como apuestas a largo plazo, Carlos Sainz se ha mostrado impaciente por progresar y sus actuaciones en pista no han hecho sino corroborar sus deseos. Eso inevitablemente ha generado el interés de otros equipos y Renault, quien más fuerte apostó por él desde el principio, aprovechó el culebrón de los motores con McLaren y Honda para llevarse al español por, al menos, año y medio.
Que Sainz vuelva en el futuro dependerá de sus actuaciones y de si Red Bull consigue renovar la fe de Daniel Ricciardo y Max Verstappen en el proyecto, pero mientras eso sucede, únicamente Pierre Gasly ha demostrado estar preparado para ocupar un asiento. Y con matices.
Falta de confianza
El piloto francés ha tenido que esperar hasta mediados de 2017 para debutar en la Fórmula 1 tras ser subcampeón de la Fórmula Renault 3.5 en 2014 y ganar las GP2 Series en 2016. Mientras, Pierre Gasly acumuló miles de kilómetros de test y simulador con Red Bull, pero nada de eso le pareció suficiente a Helmut Marko para quitarle el sitio a Daniil Kvyat, un piloto que ha ido en caída libre permanente tras su degradación desde Red Bull hasta Toro Rosso en mayo del año pasado.
Los inicios de Gasly han sido buenos, resistiendo la comparación con Carlos Sainz y huyendo de los errores
El rendimiento ascendente de Gasly en la Super Fórmula japonesa y la cada vez más desesperante apatía del ruso han terminado por convencer a Marko, que finalmente le dio la oportunidad en Malasia. Los inicios de Gasly han sido buenos, resistiendo la comparación con Carlos Sainz y huyendo de los errores, por lo que su permanencia en 2018 está casi asegurada cuando parecía que nunca llegaría ese momento.
¿Quién acompañará a Gasly?
Resuelto el dilema de uno de los asientos oficiales en Toro Rosso para el año que viene y tras la marcha de Carlos Sainz, ¿quién puede acompañar al francés? Ahí está el problema principal.
Con Honda fuera de la ecuación al no contar tampoco con pilotos de nivel suficiente para la Fórmula 1, Daniil Kvyat siempre será una opción de rescate, pero la realidad es que Red Bull no le ha apartado de su programa de pilotos por una sola razón: no hay recambio. Kvyat puede presumir de haber tenido la mayor cantidad de oportunidades de la historia del programa, habiendo completado casi cuatro temporadas completas en la Fórmula 1, de las cuales las últimas dos han sido, como mínimo, mediocres.
Al mismísimo Brendon Hartley un rendimiento ni mucho menos similar le valió salir del programa a mediados de 2010 y pilotos como Jaime Alguersuari, Jean-Eric Vergne o Sebastien Buemi mejoraron con mucho lo ofrecido por Kvyat en la actualidad. Pero los tiempos no eran los mismos y en la recámara estaban pilotos pidiendo paso: Daniel Ricciardo, Max Verstappen, Carlos Sainz o el propio Kvyat.
Actualmente, detrás de Gasly, Red Bull únicamente tiene a Niko Kari en GP3, además de a Richard Verschoor, Neil Verhagen y Dan Ticktum en la Fórmula Renault 2.0. O dicho de otro modo, pilotos que necesitan, al menos, entre dos y tres años más de formación para dar el salto a la Fórmula 1.
En la práctica, Red Bull sólo puede hacer dos cosas para cubrir el hueco en Toro Rosso para el año que viene: mantener de mala gana a un quemado Daniil Kvyat o pescar fuera de casa. Hasta ahora.
En este punto es donde entra Brendon Hartley, en su día aspirante a un puesto en Toro Rosso, pero expulsado del programa a mediados de 2010 por los mediocres resultados obtenidos en Fórmula Renault 3.5 y GP2. El piloto que provocó el enfado de Christian Horner con Helmut Marko, al ser considerado por el jefazo de Red Bull Racing una pieza indispensable en el simulador.
Si Renault ha sabido vender que Carlos Sainz vuelve a casa, sin duda Red Bull sabrá hacer lo mismo con Brendon Hartley
Capacidad técnica que Mercedes supo ver fichándole durante dos años para que ejerciera esa labor para la formación alemana, hasta que Porsche le dio la oportunidad de ser piloto oficial en el WEC tras las buenas referencias técnicas de sus colegas alemanes y los meritorios resultados obtenidos en LMP2.
Si Renault ha sabido vender que Carlos Sainz vuelve a casa por el mero hecho de haber competido en las World Series auspiciadas por la marca francesa, sin duda Red Bull sabrá hacer lo mismo con Brendon Hartley si le convierte en piloto oficial de Toro Rosso para 2018. Y así Helmut Marko habrá salvado un año más la papeleta, manteniendo en el equipo filial a dos pilotos ‘formados’ en casa.
Claro está, suponiendo que Brendon Hartley ofrezca suficientes argumentos este fin de semana en Austin y justifique la apuesta. En cualquier caso, sería un error pensar que el neozelandés es el mismo piloto que fue apartado de Red Bull en 2010. Y es que quien saltará a pista el próximo viernes en el Toro Rosso número 39 es, ni más ni menos, que un Campeón del Mundo de Resistencia y ganador absoluto de las 24 Horas de Le Mans.
Fotos: Red Bull Content Pool