Brown espera "podios y tener la posibilidad de ganar" en 2018

Zak Brown se sincera, y habla sin tapujos de lo que ha supuesto para ellos la temporada 2017 junto a Honda por última vez. El director ejecutivo de McLaren espera transformar la frustración de sus pilotos en un deseo aún mayor de ganar.

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Publicado: 09/12/2017 13:30

La última temporada de McLaren junto a Honda supuso la gota que colmó el vaso, y finalmente los de Woking tomaron la decisión de separar sus caminos por el bien de ambas compañías, tras tres años en los que la fiabilidad siempre estuvo en entredicho y los resultados que se esperaban al comienzo del proyecto nunca acabaron por llegar.

El director ejecutivo del equipo británico, Zak Brown, ha concedido una entrevista a Auto Motor und Sport en la que ha analizado lo que ha sido su temporada de 2017, el momento en el que tomaron cada una de las decisiones tan importantes para la escudería y lo que esperan conseguir a partir del año que viene, con la mira bien alta después de alcanzar el objetivo que querían: un nuevo motor.

En primer lugar, Brown puntuó su año con un “1 sobre 10 si solo ponemos nota a los resultados”, una campaña que “probablemente queríamos borrar de la historia de McLaren”. Sin embargo, el alto cargo de McLaren se congratula del “comienzo de una nueva era”, un pasado angosto que han dejado atrás que ya dio síntomas de repetirse desde muy temprano. “Los primeros avisos llegaron antes incluso de los test. Los datos no eran prometedores. Tras el primer día de test nos dimos cuenta de que era un gran problema, de que había algo mal en esencia y no había una solución rápida”.

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Tras el primer día de test vimos que era un gran problema, había algo mal en esencia y no había una solución rápida

El mandamás estadounidense confesó que la solución más rápida a tal debacle pasaba por “cambiar de suministrador de motores”, y si bien “probamos todas las opciones” antes de decidirse por Renault, “ninguna parecía factible”. A pesar de que el anuncio oficial se realizase a lo largo del Gran Premio de Singapur, Brown admitió que “en el Gran Premio de Canadá tomamos la decisión: era hora de cambiar de motor”. No obstante, su sorpresa llegó a la hora de transmitir la noticia a los empleados, ya que “no tuve que motivar a los chicos, siempre lo dan todo y esa es la razón por la que han ganado tantos títulos”.

Los datos lo avalan

La información con la que cuentan en el interior de McLaren les hace ser optimistas.

“Con la medición del GPS puedes encontrar al 90% dónde estarías si tuvieras un motor más potente o un coche mejor”, explicó Brown. La efectividad del chasis McLaren, junto a esta información de la que disponen gracias a la tecnología que aplican en los circuitos, les hace ser optimistas, aunque “tienes que demostrar el otro 10% en la pista”. Tal y como afirmó Fernando Alonso en varias de las carreras con las trazadas más kilométricas, el jefe de McLaren aseveró que “podemos medir el tiempo que perdemos en las rectas”, un dato que corresponde principalmente al motor. “Lo que aún no sabemos es nuestro rendimiento si llegamos a la curva 15km/h más rápido, confiamos en cómo podemos rendir con más potencia, pero la verdad sólo llega con los resultados en pista. Esperamos conseguir podios y tener la posibilidad de alguna victoria”.

Aún no sabemos nuestro rendimiento si llegamos a la curva 15km/h más rápido, pero confiamos en rendir con más potencia

El buen resultado del equipo en el Gran Premio de Hungría, así como la evolución posterior tan notoria, dan buena fe de la progresión que pueden mostrar de contar con las herramientas adecuadas. “El coche estaba para terminar 8º, 9º o 10º en todos los circuitos, para algo más habríamos necesitado la ayuda de los demás. Los últimos avances en el coche nos proporcionaron un buen paso adelante, y el motor estuvo más estable”.

Frustración inevitable

Los repetidos mensajes de "problema de motor" de Alonso por la radio han plasmado la ineficacia del propulsor Honda.

La eterna promesa de una unidad de potencia Honda eficiente y potente debilitó la moral del equipo de forma ineludible, pero Brown aseguró que a pesar de que “Alonso y Vandoorne estaban frustrados”, los comentarios críticos de ambos “nunca fueron destructivos”. Por un lado, “Stoffel podía llevarlo mejor porque sabía que este primer año sería de aprendizaje”, un año en el que el rookie de McLaren ha aprendido los procedimientos básicos tras proclamarse campeón de la GP2 dos años atrás, “pero fue peor para Fernando, porque quería ganar y no podía”.

Cualquiera que lleve el desarrollo al límite debe aceptar las consecuencias

La fiabilidad del motor Renault no ha sido la mejor de la parrilla ni mucho menos, con el Gran Premio de México como uno de los más complicados para el motorista galo, pero la victoria de Max Verstappen en el Hermanos Rodríguez ayudó a minimizar los daños causados entonces. “No ha tenido más fallos que los que habría tenido cualquier otro suministrador. Cualquiera que lleve el desarrollo al límite debe aceptar las consecuencias. Renault sabe cuáles son sus problemas y cómo solucionarlos. Estamos contentos de que hayan comenzado a trabajar y no lo hagan a comienzos del año que viene”. La futurible comparación con Red Bull“es obvia” para Brown, algo que no le intimida porque “es una gran forma de medirnos”.

Futuro incierto

En McLaren esperan poder sentar las bases de un proyecto a largo plazo que les devuelva a lo más alto.

La normativa de 2018 estipula que el número máximo de unidades de potencia que podrán utilizar los equipos en toda la temporada será de tres, una menos que este año, algo que ha martirizado a McLaren, una estructura que ha empleado más de diez unidades de varios de los elementos de dicho propulsor, un problema que esperan que tenga solución de la mano de Renault.

“Mercedes y Ferrari lo tienen bajo control, Renault es competitivo, pero aún trabaja en la fiabilidad”, añadió Brown. “Necesitamos algo que nos brinde mejores carreras, eso no se puede conseguir con una tecnología excesivamente compleja”. La polémica está servida, y con Toto Wolff y Christian Horner como representantes de ambas partes, con declaraciones afiladas de ida y vuelta, lo que ocurra en pista no hará sino acrecentar la opinión de los mismos.

Mercedes y Ferrari lo tienen bajo control, Renault es competitivo, pero aún trabaja en la fiabilidad

Por otro lado, Brown garantizó que “apoyamos a Liberty por completo”, una nueva directiva que ha llegado pisando fuerte, con la intención de cambiar lo que se había establecido muchos años atrás y que nadie pensaba cambiar. “Sus planes sobre hacia dónde quieren llevar el deporte y cómo pretenden hacerlo son acertados, pero no es un trabajo sencillo. Han comprado un producto que tiene muchos puntos débiles, no es algo que se pueda solucionar de la noche a la mañana, y Liberty tiene que hacerlo en contra de lo que piensan los equipos”.

Para el empresario americano, la Fórmula 1 debería ser un deporte mucho más económico, ya que los presupuestos están fuera de control” y “no hace falta tanto dinero para organizar buenas carreras”. Brown resaltó que “los aficionados se quejan del precio tan alto de las entradas”, justificando su coste afirmando que necesitan demasiado dinero para poder competir, algo contra lo que está peleando Liberty.

No hace falta tanto dinero para organizar buenas carreras; puedes tener los mejores coches y los mejores pilotos por 150 millones

El límite presupuestario no parece una buena idea para los equipos más grandes de la parrilla, ya que encuentran en sus inversiones millonarias la forma de mantener dicha superioridad, aunque Brown estima que “puedes pilotar los mejores coches con los mejores pilotos del mundo por 150 millones”, un presupuesto similar al que maneja Force India ahora mismo, porque “no hace falta gastar 400 millones en ello”.

Fuente: RacerFotos: McLaren

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