Mercedes encuentra la causa del problema de motor que sufrió en Baréin (Aston Martin respira)

Calma en las filas. Los seguidores de Fernando Alonso se empezaron a inquietar cuando se supo durante el Gran Premio de Baréin que los Mercedes pasaron sofocos y calores imprevistos. Los temores es que la fiebre fuera contagiosa a los coches verdes… pero eso no va a ocurrir.

Mercedes encuentra la causa del problema de motor que sufrió en Baréin (Aston Martin respira)
Mercedes tuvo que levantar en Baréin para no freír el motor.

6 min. lectura

Publicado: 07/03/2024 15:00

Tranquilos todos porque las calores no se van a traspasar. El problema, exógeno al propulsor común de los cuatro usuarios del motor Mercedes, afecta en mayor medida al equipo del mismo nombre. Ni Aston Martin, ni McLaren, padecieron de esta gotera en forma de temperatura en la zaga de sus bólidos, aunque sí Williams, pero en menor medida que los suministradores.

Inquietudes varias

Desde que arrancó la era híbrida, los motores Mercedes se han ganado una buena fama de fiables. Por eso su clientela ha levantado las orejas al conocer este problema. En carrera Lewis Hamilton y George Russell se escurrieron clasificación abajo tras manipular sus mapas de motor y reducir la potencia de sus propulsores.

No cayeron en este detalle, muy menor, pero a la postre determinante para modular la potencia de sus coches

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Esta fue la orden recibida desde boxes, y ellos la ejecutaron sin rechistar, so pena de incurrir en algo mucho peor: abandonado por avería, con rotura de un elemento tan sensible y limitado en existencias. Finalmente, cerraron la prueba en quinta y séptima posición, y creen que les podría haber ido mejor; tenían más ritmo en las primeras vueltas.

En su escudería creen que redujeron su velocidad del orden del medio segundo por vuelta en estas condiciones. La temperatura estaba elevándose muy por encima de sus límites, y se vieron obligados a reducir la potencia, con ello bajar el régimen energético del conjunto, lo que condujo al correspondiente déficit de velocidad.

Explicación fácil, apaño algo más complejo

La explicación es sencilla, al tiempo que requiere de un arreglo algo más complicado. En los Libres 1 en Mercedes se dieron cuenta de que el coche no respondía como esperaban. Los registros de sus dos pilotos apenas estaban separados por una décima, lo que apunta a que el W15 estaba al límite de sus posibilidades ese día. Esta no era la mayor preocupación, sino que no casase con sus expectativas y previsiones.

Los ingenieros tomaron una decisión, y los cambios ejecutados en las dos flechas plateadas rebajaron en casi tres segundos los primeros registros de la mañana. Tres segundos son muchos segundos, y varios factores recaudaron esa rebaja en los registros, similares en el resto de la parrilla. Lo que sí era diferente en esos Libres 2 es que los dos Mercedes acabaron en lo más alto de la tabla.

Aston Martin comparte unidad de potencia con Mercedes, pero puede estar tranquilo.

Lo que hicieron los técnicos de Brackley fue algo sencillo: levantaron las alturas generales del coche. Tras mucho análisis, esa fue la decisión, y cronómetro en mano funcionó. Pero trajo un problema paralelo… se cambió la geometría general del funcionamiento aerodinámico del conjunto, y con ello su fluidez.

Al levantar el coche unos milímetros, variaron el flujo de aire que entraba a los pontones, y con ello desequilibraron la refrigeración interna. El aire que entraba no lo hacía con la velocidad, presión, y grado de aerolimpieza requerida, y ello trajo consecuencias. En tandas cortas esto no es un grave problema, pero en carrera, la cosa cambia.

Esto solo, un cambio en el setup, no debería afectar en semejante medida, pero podría contribuir y disparar una cadena de acontecimientos con este resultado. Esos nuevos ajustes, con unas condiciones falsamente favorables en los Libres 1, y algún modo de uso del motor exótico, podrían haber acabado de montar todo el jaleo. La combinación de todo ello si puede llevar a un problema semejante.

El sábado por la tarde, cuando la luz roja se apagó, todo comenzó como estaba previsto, pero según avanzaba la prueba, el aire sucio no entraba en la medida de lo deseado en los pulmones de los monoplazas negriverdes. Esto afectó al bloque motor, la zona de los escapes, y en especial a la batería.

Las baterías son muy sensibles a las temperaturas extremas, y rebajan su rendimiento y capacidades cuando bajan o suben mucho estos niveles. Los más de diez grados detectados, incluso cuando rodaban sin tráfico, eran demasiado para estos elementos, y de ahí, las consecuencias.

De haber sabido esto antes de la carrera, el equipo podría haber añadido rejillas de ventilación, branquias o adaptar las entradas y salidas de aire. No cayeron en este detalle, muy menor, pero a la postre determinante para modular la potencia de sus coches. No afecta tanto al motor que montan otros equipos, como a la refrigeración de este motor —y su batería— en este monoplaza en concreto.

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