¿Por qué en España no le damos a Carlos Sainz el reconocimiento que merece?

Fernando Alonso cumplió en el pasado Gran Premio de México 400 presencias en un fin de semana de Gran Premio (en este caso la descripción del hito es importante).

Es innegable, el piloto asturiano es una leyenda del automovilismo mundial, pero además fue pionero en nuestro país como piloto de éxito en la disciplina más exigente, la Fórmula 1.

Esto, unido a su carisma, convirtieron a Fernando Alonso en un icono y un ídolo para la afición española, que creció de forma exponencial a medida que el joven ovetense sumaba proezas y éxitos con Renault.

Carlos sabe mejor que nadie el impacto que Fernando Alonso provoca en los aficionados, porque él mismo quedó hechizado por su embrujo

Posteriormente, con el paso del tiempo, Fernando Alonso pasó a ser un fenómeno mundial. Algo que se potenció aún más cuando traspasó las fronteras de la Fórmula 1 para brillar en pruebas legendarias como la Indy 500, Le Mans o el Rally Dakar.

Los años pasan y Fernando Alonso continúa paseando su inmortalidad por los circuitos de todo el mundo. Mientras, otro piloto español sufre las consecuencias de haber coincidido en el mismo plano espacio-temporal con el que antaño fuera su ídolo de la infancia.

Carlos Sainz, un pilotazo en la sombra

Los más veteranos del lugar recordaréis a Luis Pérez-Sala y Adrián Campos. O, al menos, a Pedro de la Rosa y Marc Gené. Todos ellos supusieron un oasis de felicidad en el desierto español de la F1 por el simple hecho de estar en la parrilla.

En la F1 preAlonso, que abarca nada menos que 51 temporadas, España se conformó con un total de nueve pilotos, incluidos estos últimos cuatro. Y el botín fue de únicamente un podio a cargo de Alfonso de Portago (Gran Bretaña 1956) y 19 puntos en total.

Por esta misma razón, el debut en los puntos de Pedro de la Rosa en Australia 1999 fue recibido casi como una victoria. Y nos permite poner en perspectiva el verdadero valor de los logros conseguidos por Carlos Sainz.

El madrileño debutó con Toro Rosso en 2015 y, desde entonces, ha militado en equipos míticos como Renault, McLaren y Ferrari (en 2025 añadirá Williams a esa icónica lista).

Sus números son muy notables: 202 grandes premios disputados, cuatro victorias, seis poles, 25 podios y 1222,5 puntos. Cifras que en el contexto de la F1 posAlonso pueden resultar interesantes. Pero que excluyendo al genio asturiano son impresionantes.

Y es que Carlos Sainz vive la maldición de ser comparado con el más grande. El piloto que le hizo enamorarse de la Fórmula 1 a pesar de tener en casa a otra leyenda, en este caso de los rallies.

Carlos sabe mejor que nadie el impacto que Fernando Alonso provoca en los aficionados, porque él mismo quedó hechizado por su embrujo. Pero eso no hace menos injusto el escaso reconocimiento que se le suele dar al madrileño, ya en los 30 años.

Un piloto de la realeza de la de Fórmula 1

El mejor ejemplo del prestigio con el que cuenta Carlos Sainz fuera de España lo hemos tenido tras conocerse que quedaría libre para 2025. Desde ese momento, tanto la prensa internacional como los miembros más destacados del paddock han alabado su calidad y valor como piloto.

Y es que sí, es innegable que Carlos Sainz no es el piloto más talentoso de la parrilla —aunque lo tiene y mucho—, pero es que no podemos olvidar que la comparte con tres de los más grandes de la historia: el mencionado Fernando Alonso, Lewis Hamilton y Max Verstappen.

11 títulos en total (de momento) y una cantidad desbordante de talento que Carlos Sainz combate con trabajo, profesionalidad e inteligencia. Una combinación que le ha permitido, no sólo sobrevivir en la F1 durante casi una década ya, sino convertirse en uno de los punteros.

Carlos Sainz dio una exhibición en México, dominando el fin de semana de principio a fin. No es la primera que nos ha dado en la Fórmula 1, aunque no siempre ha brillado a consecuencia del coche.

¿Le echará de menos Ferrari? Lo que sí tengo muy claro es que en España lo vamos a echar mucho de menos cuando ya no esté, porque en nuestro país tener pilotos con opciones de victoria en equipos como Ferrari no es lo normal. De hecho, sólo ha ocurrido tres veces en 75 años.

Fotos: Scuderia Ferrari