GP AzerbaiyánCarlos Sainz esquiva una sanción y apunta un dato clave que decidirá el rendimiento de Ferrari

Salir del Gran Premio de casa de Ferrari sin siquiera subirse al podio, en su última participación en Monza a lomos de un bólido rojo, no ha mermado la confianza de un Carlos Sainz que ya apuntó que Bakú e incluso Singapur serán circuitos propicios para tratar de repetir la victoria.

Apenas 20 minutos después de que la primera sesión de entrenamientos libres del fin de semana hubiese dado comienzo, el #55 probó las escapatorias del trazado por primera vez tras sobrepasar a un Haas con final indeseado.

«Hemos sido casi cuatro o cinco segundos más lentos que el año pasado»

Un bloqueo de neumáticos después, un Sainz harto de críticas vio cómo se quedaba solo por la mañana al impactar Charles Leclerc contra las protecciones, un acontecimiento negativo para los italianos que no le hizo ni mucho menos levantar el pie del acelerador, llegando a rozar el muro para concluir los Libres 1.

De menos a más

Si bien tuvo que conformarse con la 6º posición en ese primer envite, a la tarde se mostró como el más rápido con neumáticos medios justo cuando Max Verstappen estuvo a punto de convertirse en otra víctima más de las barreras TecPro.

No obstante, hacer lo propio con el compuesto más blando de Pirelli pareció fácil para el madrileño al principio, aunque el resto de rivales pronto le hicieron caer del Top 3 con cronos anotados más tarde que el suyo.

«Hemos tenido el típico viernes difícil en Bakú», confiesa el español tras haber dispuesto de «muy poco agarre al principio» justo antes de abordar «una pista que ha ido cambiando y evolucionando a medida que avanzaba el día».

Más allá de fijarse en los registros de la competencia, Sainz reporta que «hemos sido casi cuatro o cinco segundos más lentos que el año pasado», lo que ha dificultado obtener «una buena lectura del balance del coche», algo esencial para ir ganando confianza en un circuito donde la percepción de las distancias es vital.

Los primeros giros de todos los pilotos estuvieron condicionados por las densas polvaredas que levantaban debido a la excesiva suciedad presente sobre el trazado, un factor que, sumado al lavado con agua a presión del mismo previo a la presencia de la Fórmula 1 en Bakú, además de disputarse en otra época del año, han terminado por complicar la forma de abordar el asfalto y provocar unos tiempos tan lentos.

Sanción evitada

Por si no fuera poco intentar domar un monoplaza en un circuito especialmente revirado en ciertas zonas, Sainz también sufrió a la hora de apartarse de la trazada: Sergio Pérez fue el principal damnificado de su presencia en el medio de la pista cuando iba en vuelta lanzada.

El piloto mexicano de Red Bull no dudó en desahogarse inmediatamente sacudiendo la mano en dirección a Sainz, síntoma evidente de que su intento había quedado arruinado además del sobresalto momentáneo a punto de tener un accidente de gravedad.

Los comisarios de la FIA, tras reunirse con ambos a los pocos minutos de acabar la jornada, ha terminado determinando que no hay sanción para él más allá de una advertencia.

«Hemos podido progresar entre la primera y la segunda sesiones, confío en que podremos seguir mejorando de cara a la clasificación de mañana», concluye Sainz en unas declaraciones con las que no cierra ninguna puerta de cara a lo que resta de fin de semana.