El ultimátum de Red Bull a Carlos Sainz, la faena de Verstappen y la carambola salvadora
Carlos Sainz es uno de los pilotos de Fórmula 1 más apreciados, pero su comienzo en la categoría pendió de un hilo. Ahora, el piloto de Ferrari cuenta cómo ocurrió todo en Red Bull y qué significa para él ser uno de los 20 elegidos.
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Publicado: 17/06/2024 14:30
Ser piloto de Fórmula 1 es pertenecer a un club muy exclusivo al que sólo 20 personas pueden acceder. Si uno entra, otro debe salir. Y, de hecho, este año compiten los mismos que terminaron la temporada pasada, cerrando el paso a cualquier cara nueva.
Es por eso por lo que el deseo que casi todo piloto tiene, llegar a la Fórmula 1, resulta tan complicado. Hay que convencer a mucha gente de que mereces una oportunidad más que el resto. Y, si llegas a tenerla algún día, más te vale aprovecharla o el tren no volverá a pasar.
«Nunca tuve plan B. Y me arrepiento ahora, porque veo lo difícil que era llegar y la poca probabilidad que tenía»
Esto, unido al riesgo inherente a cualquier competición del motor, y a las capacidades sobrehumanas necesarias para destacar, rodean al piloto de un halo de mística que lo eleva a otra categoría. Sin embargo, en el fondo todo piloto es una persona como las demás, que sufre, siente y se emociona.
De todo ello ha hablado Carlos Sainz durante su presencia en el podcast Nude Project. Recientemente, te contábamos cómo el piloto de Ferrari narraba sus inicios, el hecho de ser hijo de una leyenda de los rallies y su relación con él. Ahora, nos centramos en su llegada a la Fórmula 1 y cómo lleva ser parte de ella.
La mística del piloto
Carlos Sainz también fue un niño emocionado con las carreras que soñaba con emular a Fernando Alonso. Por tanto, sabe bien lo que se siente como aficionado y hasta qué punto puede llegar a idolatrarse a un piloto.
Sin embargo, en los últimos años la Fórmula 1 se ha convertido en un mundo mucho más inaccesible que el de antaño, cuando aficionados y periodistas entraban en contacto con los protagonistas con mucha mayor facilidad.
«En la Fórmula 1 estamos muy limitados», reconoce Carlos Sainz. «Primero, porque son 24 carreras al año, y en esas 24 carreras el equipo tiene 20 sponsors. Luego, cada día hacemos entrevistas para todas las teles, todos los medios más tradicionales, y todo en la Fórmula 1 está controlado».
«Porque hay tantos intereses dentro de tantas empresas muy potentes, que te quieren tener un poco controlado para ver qué vas a decir, cómo te vas a comportar. Porque eres imagen de tantas marcas importantes que te tienen que tener muy atado en corto», explica el piloto de Ferrari.
Sin embargo, Carlos Sainz considera que el enfoque de los equipos y marcas ha cambiado algo gracias a la serie Drive to Survive de Netflix, que incide más en el lado humano de la competición.
«Lo que cambió esto realmente fue Netflix, nos abrió la puerta a que la gente conociese más la Fórmula 1 desde dentro», argumenta el madrileño. «Y eso a los equipos les abrió a decir: “Pues igual hay que dejar que se vea el lado más humano, más personal de cada piloto. Porque eso es lo que te convierte en una referencia para los jóvenes, lo que al aficionado le gusta ver».
En cualquier caso, Carlos Sainz considera que ver a los pilotos de la Fórmula 1 como una figura superior «no es malo. Al final, nos jugamos la vida, eres parte —en este caso— de Ferrari. Está bien que se te posicione arriba. Porque es muy complicado llegar a ese punto».
«Pero estar ahí, tener esa sensación de leyenda, lo que sea, que a mí me la ha dado toda la vida siguiendo a Senna, Schumacher, Alonso, Hamilton, siempre les he visto inalcanzables. Me moría de pequeño por ser piloto de Fórmula 1, por ser como ellos», explica a continuación.
«Es parte de la magia. Pero luego mola ver cómo ese piloto, esa persona que ves inalcanzable, es una persona normal y corriente, conocer esa parte más personal», admite también.
Carlos Sainz, fuera de la Fórmula 1
El todavía piloto de Ferrari, que debe decidir para quién corre en 2025, también ha recordado cómo fue el difícil camino hacia la Fórmula 1 y lo cerca que estuvo de no poder cumplir su sueño. Algo que, además, habría complicado mucho su futuro a nivel personal.
«Nunca tuve plan B», admite Carlos Sainz. «Y me arrepiento ahora, porque veo lo difícil que era llegar y la poca probabilidad que tenía, yo iluso con 14, 15, 16 años, cuanto más me acercaba a la Fórmula 1, más difícil lo veía. Pero también más maduro eres y ves que igual no llegas. Estuve muy cerca de no llegar también».
Sainz reconoce que, durante su etapa de niño y primeros años de adolescente, no fue consciente de lo complicado que resultaba en realidad cumplir su objetivo.
«Yo tengo muy buena trayectoria en el mundo del karting, soy de los pilotos de 14 o 15 años que destaca. A partir de ahí, Red Bull me hace una prueba para el programa de jóvenes pilotos», narra Carlos Sainz. «Si no eres parte de uno de esos programas no llegas, porque a partir de los fórmula la categoría más pequeña cuesta 300.000 o 400.000 euros».
Pero pertenecer al programa de Red Bull conllevaba una presión extra y la responsabilidad de ganarse el puesto con resultados. «Una vez me ficha Red Bull, me estaba yendo bien, ganaba, “voy a llegar”», pensaba Carlos Sainz. Sin embargo, aún quedaba lo más difícil.
«Llega un punto en 2014 en el que Red Bull me dice: “O ganas, o no te vamos a subir a la Fórmula 1. Incluso si ganas, puede que haya sitio o puede que no”. Voy a las World Series, empiezo a ganar muchísimas carreras, y cuando estoy a punto de ganar, Red Bull ficha a Verstappen y lo sube al que iba a ser mi potencial asiento en la Fórmula 1».
Aquel año 2014, Helmut Marko reparó en el joven neerlandés, que estaba mostrando un talento excepcional en la Fórmula 3. Aquello cambió los planes y estuvo a punto de truncar la carrera deportiva de Carlos Sainz. Mercedes también lo quería y la única opción era ofrecerle un puesto de piloto titular en Toro Rosso. El que iba a ser para Sainz.
«¿Y ahora qué? Tercer piloto, piloto de simulador, otra categoría… seguimos creyendo, gané el campeonato», relata el madrileño. «Se abrió otro asiento en la Fórmula 1 y ya sí fue para mí».
Aquella carambola que salvó a Carlos Sainz en el último momento fue la decisión de Sebastian Vettel de abandonar Red Bull para fichar por Ferrari. El alemán dejaba un vacío en el equipo anglo-austriaco. Daniil Kvyat, que había debutado con Toro Rosso ese mismo año, fue el elegido para llenarlo, dejando a su vez una vacante para el español junto a Verstappen en 2015.
El resto es historia: Max Verstappen fue ascendido a Red Bull en lugar del propio piloto ruso en el Gran Premio de España de 2016, siendo ahora tricampeón del mundo. Carlos Sainz tuvo que buscar su propio camino, pasando casi tres años en Toro Rosso antes de fichar por Renault. Después, tras dos años más en McLaren, llegó a Ferrari en 2021, despegando definitivamente.
Fuente: Nude Project Podcast