¿El castigo por incumplir la norma de piezas homologadas? No es poca cosa

Sobre el papel es sencillo: el monoplaza actual servirá para esta temporada y la siguiente, permitiéndose una serie de modificaciones hasta el 3 de julio y otra hasta el 30 de septiembre. Cada modificación tiene un valor determinado expresado en tokens y no puede superarse.

Sin embargo, en la práctica se trata de un sistema complejo en el que los equipos tienen que emplear recursos para entenderlo bien y asegurarse de que le sacan el máximo provecho, pero sin incurrir en una ilegalidad. «Es bastante complicado y se necesita una cantidad significativa de recursos para administrarlo. Entendemos los motivos y hay que hacerlo», admite Andrew Green, director técnico de Racing Point.

«Tenemos un equipo que trabaja en la gestión de piezas homologadas»

Además, el hecho de formar parte del reglamento técnico implica que la sanción es más severa y da poco margen a la interpretación. «Es un reglamento técnico, no un reglamento deportivo, por lo que si lo incumplimos conlleva la exclusión del evento, es un delito realmente grave. Con eso en mente, tenemos un equipo dedicado a ello que trabaja en la gestión de piezas homologadas desde la primera carrera de esta temporada hasta finales de 2021».

Green sabe que muchos de sus diseñadores no tendrán trabajo que hacer a consecuencia de las limitaciones, por lo que parte del personal se dedicará a controlar el proceso del modo más exhaustivo posible. «Es más el apartado mecánico el que está congelado, y debido a ello podemos usar al personal que no está diseñando piezas nuevas para administrar las piezas homologadas. Estamos tratando de asegurarnos de que todos los protocolos estén en su lugar para que no nos equivoquemos», comenta el ingeniero británico.

«Requiere mucha gestión, es un tema completamente nuevo para todos, nunca lo hemos hecho antes y tenemos que implementarlo bastante rápido. Es un desafío, pero es igual para todos y estamos felices de hacerlo», concluye Green.

Fuente: Autosport