Biografía F1Charlie Whiting: entre la admiración y la crítica permanente
El ya exdirector de carrera de la Fórmula 1 ha fallecido en Melbourne a la edad de 66 años, cuando se disponía a iniciar la que iba a ser su 22ª temporada en el cargo. Venerado por unos y odiado por otros, el antiguo mecánico británico sufrió una embolia pulmonar el 14 de marzo y en Motor.es hemos querido recordar su trayectoria profesional.
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Publicado: 14/03/2019 11:30
Nacido el 12 de agosto de 1952, Charlie Whiting comenzó en el mundo del motor como preparador de coches de rallycross junto a su hermano, que tenía un taller y competía. En 1976 ambos pasaron a encargarse del Surtees de Divina Galica en la F5000 británica y un año más tarde Charlie se unió a Hesketh en la Fórmula 1, pero la desaparición del equipo propició que Bernie Ecclestone le fichara para Brabham.
Tras diez años en los que llegó a convertirse en mecánico jefe de la formación fundada por Black Jack, en 1988 Whiting aceptó una oferta de la FISA (antigua FIA) para ocupar el puesto de delegado técnico en la Fórmula 1. En 1997 fue nombrado director de carrera y delegado de seguridad.
Casi siempre envuelto en la polémica
Como delegado técnico de la FIA durante la compleja época de finales de los 80 y la mayor parte de la década de los 90, Charlie Whiting se convirtió en uno de los principales baluartes de la batalla por la seguridad en la Fórmula 1. Tras el fallecimiento de Roland Ratzenberger y Ayrton Senna en el Gran Premio de San Marino de 1994, Whiting y la FIA impulsaron una profunda reestructuración de los estándares de seguridad, tanto en los circuitos como en los monoplazas.
Posteriormente, como máximo responsable técnico de la F1 junto a Jo Bauer y director de carrera de la categoría reina durante más de 20 años, Charlie Whiting ha sido uno de los personajes más polémicos de la Fórmula 1, no sólo por su forma de actuar en determinadas situaciones técnicas y deportivas, sino por su en ocasiones contradictorio modo de explicar las sanciones aplicadas por los comisarios.
Hombre de máxima confianza de Bernie Ecclestone y Max Mosley, Whiting se mantuvo en el cargo con la llegada de Jean Todt a la presidencia de la FIA y abanderó la progresiva transformación de los procedimientos de carrera, actualmente muy dependientes de las condiciones meteorológicas y que priman por encima de todo que el máximo número de coches vean la bandera a cuadros, algo también patente en las exigencias a los circuitos en materia de seguridad y escapatorias asfaltadas.
Puntos negros en su carrera
Sin embargo, Whiting también cuenta con un historial dudoso en cuanto a decisiones de seguridad como director de carrera, destacando tres entre ellas. La primera se produjo en el Gran Premio de Estados Unidos de 2005, cuando un reasfaltado y posterior rallado del firme del óvalo de Indianápolis propició que Michelin no fuera capaz de garantizar la seguridad de los pilotos, pues sus neumáticos no aguantaban las cargas generadas en esa zona del circuito.
A pesar de la propuesta de Michelin de instalar una chicane en la entrada al óvalo para ralentizar la velocidad en la curva y así hacer posible la participación de los siete equipos suministrados por la marca francesa, Whiting se negó y el resultado fue uno de los episodios más bochornosos de la historia de la Fórmula 1, con únicamente seis coches en disputa por la victoria.
Años más tarde, en el Gran Premio de Corea de 2010, Fernando Alonso ganó envuelto en la penumbra sobre un circuito no iluminado y tras una larga carrera que se vio retrasada por las inclemencias meteorológicas. Aquel día los intereses comerciales y televisivos primaron sobre la seguridad de los pilotos, que tuvieron que vérselas con la baja visibilidad y un circuito inacabado en algunas de sus zonas.
Finalmente, en 2014 se produjo el que posiblemente sea el mayor error en el historial de Charlie Whiting y que desencadenó la muerte de Jules Bianchi en Suzuka. Tras otra carrera retrasada por la lluvia, las últimas vueltas se disputaban con baja visibilidad como consecuencia de las condiciones de la pista y el tardío horario de comienzo de la carrera para suavizar el madrugón de los espectadores europeos.
Tras salirse de pista Adrian Sutil, Charlie Whiting decretó el régimen de bandera amarilla y ordenó la salida de la grúa para extraer el Sauber de la escapatoria, en lugar de ordenar la salida del coche de seguridad o parar la carrera. Bianchi no respetó convenientemente las banderas amarillas, sufriendo aquaplanning en el mismo lugar que Sutil e impactando violentamente contra la grúa y muriendo meses después a consecuencia de las lesiones neuronales sufridas.
Desaparece una de las figuras de mayor relevancia en la historia de la Fórmula 1
Con el fallecimiento de Charlie Whiting desaparece una de las figuras de mayor relevancia en la historia de la Fórmula 1 y que ha tenido que hacer frente a uno de los puestos más complejos, expuestos a la crítica y seguramente incomprendidos del deporte. Descanse en paz.