Chase Carey afirma que el límite presupuestario podrá ser controlado

Es ya inevitable que el límite presupuestario sea instaurado en la Fórmula 1, pues todos los equipos se han comprometido a aprobar esta y otras medidas en octubre. Pero muchos son quienes dudan de la capacidad de Liberty Media para establecer un control preciso y real sobre el gasto de los equipos, muchos de ellos poseedores de empresas paralelas relacionadas con otras actividades tecnológicas.

Dicho límite presupuestario entrará en vigor en 2021 y será de 175 millones de dólares, aunque determinados gastos como el salario de los pilotos y los tres directivos de mayor rango, la factura de motores o el gasto de marketing no estarán incluidos en dicho tope.

Para controlar que el límite sea respetado, la Fórmula 1 debe implementar un sistema fiable de monitorización, algo que Chase Carey no duda que ocurrirá. “Nos llevó un año discutir este proceso. No sólo fijar un límite adecuado, sino también un proceso con el que podamos revisarlo correctamente. Todos pueden estar seguros de que la estructura es fiable”, afirmó el presidente de la categoría.

“Nuestro deporte es complicado, pero los trucos pueden ser detectados en todas las empresas del mundo”, afirmó Carey. “Las reglas son claras: necesitamos acceso a la información para asegurarnos de que se hace de manera fiable, pero confío en que también puede ser controlado adecuadamente”.

"El plan es hacer una prueba en 2020 que no afectará al límite presupuestario aún, pero sí al proceso de control"

Muchos equipos de Fórmula 1 pertenecen a empresas estructuradas en varias áreas dedicadas a diferentes campos tecnológicos. Es el caso de McLaren, por ejemplo, que cuenta con McLaren Racing (competición), McLaren Automotive (automoción comercial) y McLaren Applied Technologies (investigación y desarrollo tecnológico). Red Bull cuenta con Red Bull Technologies y Ferrari forma parte del grupo FIAT Chrysler. Lo mismo puede aplicarse a la mayor parte de los equipos de la parrilla, que podrían verse tentados de buscar un modo de desviar determinados gastos a otras ramas de su entramado empresarial.

Sin embargo, Chase Carey confía en el sistema y planea estrenarlo la temporada que viene, aunque sin la aplicación de sanciones. “El plan es hacer una prueba en 2020 que no afectará al límite presupuestario aún, pero sí al proceso de control de la información. Todo el mundo debería tener un año para entender cómo funciona. Queremos ver cuáles son los resultados y afinaremos la estructura aún más”, concluyó.