Christian Horner, once años al frente del éxito (y el fracaso) de Red Bull
Se cumplen once años de la confirmación de Christian Horner como director deportivo de Red Bull Racing, en los que el equipo ha pasado de ser una comparsa en la parrilla a los grandes dominadores, y de nuevo a un papel secundario.
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Publicado: 07/01/2016 12:05
Christian Horner fue un piloto con algo de nombre a finales de los 90, y su carrera deportiva habría pasado sin pena ni gloria por el mundo del automovilismo de no ser por una decisión que se confirmó tal día como este 7 de enero en 2005: nombrarle máximo responsable en pista de los designios de Red Bull Racing.
La, por entonces, simpática escudería que había nacido de las brasas aún calientes de Jaguar (que a su vez había salido de Stewart, etc.) colocaba a este británico como jefe de equipo, tras llevar con éxito al equipo Arden de F3000, en las últimas temporadas de esta competición antes de ser sustituida por la GP2.
Desde entonces hasta hoy, el mismo Horner recordaba en una reciente entrevista (en la que se conmemoraban los 200 GP's de Red Bull) el día que visitó la fábrica de Milton Keynes para firmar como Team Principal. Sólo tenía 32 años:
"Fue interesante, porque el equipo estaba en medio de su cambio desde Jaguar, así que las alfombras eran todas verdes, los símbolos de Jaguar estaban por todas partes y era muy Jaguar aún, sólo que con un nombre distinto. Pero rápidamente fuimos capaces de identificar que había verdadero talento ahí. Luego por supuesto el espíritu de Red Bull y la energía fue introducida al equipo y con ello la creencia de que todo es posible. Creo que lo hemos demostrado claramente"
Desde aquel 7 de enero de 2005 hasta hoy, Red Bull pasó de ser un candidato a los podios de manera esporádica (el primero llegó en el GP de Mónaco de 2006), a ser el gran 'coco' del campeonato y después, a un secundario de lujo tras el dominio de los Mercedes. En 203 carreras han logrado cuatro títulos mundiales de pilotos, otros cuatro de constructores, 50 victorias, 57 poles, 47 vueltas rápidas, 119 podios y 16 dobletes.
Buena parte de estos números tiene su cuota de responsabilidad en la figura de Christian Horner, a quien muchos han colocado como un posible sucesor de Bernie Ecclestone. Entre sus virtudes, a Horner se le considera un hombre cabal, que siempre mira por los intereses comunes antes de los propios y que es capaz de tomar decisiones difíciles. Prueba de ello es su gestión de la rivalidad entre Sebastian Vettel y Mark Webber, donde, pese a que el australiano siempre fue sistemáticamente el perjudicado, se obtuvieron los éxitos de la mejor época de Red Bull.
También suya ha sido la responsabilidad de saber salvar el acuerdo de motores con Renault, pese a las numerosas críticas que tanto él como otros muchos miembros del equipo han proferido en los últimos tiempos hacia el motorista francés. Horner utilizó sus mejores armas de negociación para conseguir 'in extremis' un acuerdo, que aún está por ver si resulta beneficioso tras una temporada en la que se han quedado fuera de la lucha por las victorias, superados ya no sólo por Mercedes, sino también por Ferrari.
Fotos: Red Bull Racing