Preparación mental y velocidad en curva: las claves para la vuelta de Kubica

El piloto polaco ha hablado sobre los puntos principales en los que debe trabajar si quiere volver a ser piloto de Fórmula 1. Robert Kubica ha realizado dos test con Renault y se prepara intensamente ante la posibilidad de realizar un tercero con el monoplaza de 2017 en Hungaroring.

4 min. lectura

Publicado: 21/07/2017 11:30

Desde que en el pasado mes de junio Renault le ofreciera a Robert Kubica la oportunidad de volver a subirse a un Fórmula 1 tras seis años de rehabilitación y competición en múltiples disciplinas del motor, el piloto polaco ha tenido claro que su única meta es volver a estar en la parrilla de un Gran Premio.

Las sensaciones del primer test en Cheste fueron buenas y todo ello posibilitó que hubiese un segundo en Paul Ricard a mediados del mes de julio. Tanto Kubica como Renault consideran que hay potencial y que existe la posibilidad de ver al polaco al nivel que demanda la Fórmula 1, si bien no quieren precipitarse en el análisis de la situación.

Pude afrontar el primer test con más serenidad y entendí que cada limitación es relativa

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

En una entrevista concedida a Corriere della Sera, Robert Kubica ha hablado de la preparación mental que ha llevado a cabo para ver su limitación en el brazo derecho como algo que se puede gestionar y no como un impedimento. “Necesité encontrar un buen estado mental, es una cuestión de mentalidad tratar mi situación como una limitación que se puede gestionar y no como un hándicap sin solución. De este modo pude afrontar el primer test con más serenidad y entendí que cada limitación es relativa”.

Robert Kubica es consciente de que la menor fuerza de su brazo derecho le hace más complicado ser rápido en curva.

Kubica reconoce que en el primer test no sabía qué esperar y temió no poder recordar cómo era ser piloto de Fórmula 1, pero nada más salir a la pista su cabeza se conectó con lo anteriormente aprendido. “Comencé sin saber cómo reaccionaría, sin garantía alguna. Y me encontré a mí mismo: un piloto buscando rendir mejor y nada más. Todo se conectó de nuevo, de inmediato, porque nada se había perdido. Fue parecido a saber cómo nadar o montar en bici”, afirmó el polaco, que completó 115 vueltas en ese primer contacto tras seis años.

En Paul Ricard, Renault evaluó el rendimiento real de Robert Kubica, comparándolo con el del piloto probador del equipo, Sergey Sirotkin. El polaco fue más rápido que el ruso y todas las partes acabaron satisfechas, por lo que ahora se baraja la posibilidad de dar el siguiente paso: que Robert Kubica esté en el test de Hungaroring, momento en el que tendría la oportunidad de probar el monoplaza de 2017. “Si Renault está dispuesto a continuar con esta locura, digamos que estoy seguro de poder conseguirlo. Me entrenaré y prepararé, pero ahora sé que puedo volver a ser el piloto que fuí. Y mi nivel de 2010 era alto, lo digo sin falsa modestia”.

Kubica lo ha hecho bien en el coche de 2012, pero el de este año tiene más agarre y exige una mayor preparación física, por lo que Robert tendrá que trabajar muy duro si quiere tener opciones de pilotar uno en competición. Pero Kubica sabe sus puntos débiles y qué áreas tiene que trabajar para conseguirlo. “Las diferencias principalmente vienen en el rendimiento en curva, pero es cuestión de práctica y trabajo. Si el resto puede hacerlo, no veo porqué yo no debería poder hacerlo por mí mismo”.

Fuente: Corriere della SeraFotos: Renault Sport F1

Este artículo trata sobre...

Pixel