Virutas F1Con ocho basta
A principios de los 80 se emitió por la TVE de todos los españoles una serie que gozó de éxito llamada «Con ocho basta». Narraba las tribulaciones de una familia con ocho vástagos y sus problemas para repartir el mismo espacio. En la F1 se avecina algo similar.
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Publicado: 14/07/2022 09:30
Las marcas vuelven. Audi y Porsche calientan por la banda, se habla de los Geely chinos de la mano de Alpine, y hasta de Lotus por formar parte del conglomerado industrial de estos en el mercado común chino. Honda, que nunca se fue del todo, dicen volver, y se produjo una visita de un grupo de mandatarios nipones al Red Bull Ring el pasado fin de semana. Los japoneses son muy japoneses, y este oximorón atiende a un status autoasignado por los hijos del sol naciente. Los japos se tienen a sí mismos como los ingleses de oriente. Ellos dicen que no son asiáticos, sino japoneses, y miran a los de alrededor con sus narices apuntando al cielo. Los mascas de Honda rara vez salen de su isla, y cuando lo hacen es para tratar cosas importantes.
Tras una larga y durísima travesía desértica con sonados fracasos, el 2 de octubre de 2020 anunciaron que se piraban de todo este jaleo. De golpe empezaron a llegar las primeras victorias; o peor/mejor aún: el primer título en 2021 y con el anuncio ya hecho. El propulsor Honda pasó de estar maldito a ser casi más deseado por toda la parrilla, por la dulzura de su entrega de potencia y su rendimiento en la zona media. Si añadimos la foto de Max Verstappen aplaudiendo a su logotipo con una corona dorada en su testa, ya la tenemos liada. Los de Honda se han repensado todo esto y a la vista de la jugada de otros actores de orden mayor, desperdiciar una oportunidad única y que tienen a la mano sería del género torpe si es que se lo pueden p€rmitir.
Red Bull dejará de usar sus motores de origen Honda en 2026 con la llegada de la nueva reglamentación
A día de hoy Honda sí que sigue en el mundial, aunque de manera solapada. Los curritos de Red Bull Powertrains montan, desmontan y mantienen unos motores que son una prolongación en vida de los Honda que llegaron en 2015. Cada vez que uno de estos motores casca no se lo quedan en la factoría de Milton-Keynes, sino que se remite a Japón. Allí lo abren, analizan, y reparan o le hacen la autopsia según el estado en que haya quedado. A cambio, al menos de forma visible, Honda coloca unas pegatinas a cada lado de la cubierta motor, a la altura de los escapes. En ellas se puede leer el acrónimo del Honda Racing Corporation, o HRC, menos conocido en lo de los coches, pero muy popular en el MotoGP.
Pero hay un problema
Si el rumor es cierto, y todo apunta a que lo es, Red Bull dejará de usar sus motores de origen Honda en 2026 con la llegada de la nueva reglamentación en la materia. Los energéticos serán, en principio, los destinatarios de los propulsores que invente Porsche. Fueraparte de que se acaben aliando con lo que monte de guisa paralela Audi, Red Bull es en principio la formación destinada a darle alegrías al grupo VAG. Siempre hay dos o tres equipos ganadores, y el resto son los que pillan de rebote algún pódium, y con mucha suerte una victoria aislada si las estrellas se alinean. Si Audi se acaba quedando con Sauber, les va a costar mucho dinero, y sobre todo tiempo estar al nivel deseado.
Dicho de otra manera, si quieren ganar, tardarán entre tres y cinco temporadas y gastando pasta como los equipos grandes para poder estar arriba. De la mano de Red Bull esto les costará mucho menos tiempo y dinero, y ahí tienes el ejemplo de Honda que lo corrobora. ¿Quieres ganar? Es más fácil y barato aliarte con alguien que ya lo hace que montar una estructura ganadora desde una medianera.
El balón pasa ahora a Honda. Cuando los japos llegaron y parecían más perdidos que un pulpo en un garaje. Tardaron años en entender el jardín en el que habían posado sus pies, y fieles a su tradición, lentos, pero seguros acabaron en lo más alto. Enhorabuena. El problema es que aparte de los redbulizados, no motorizan a nadie más. Cabe la posibilidad de que acaben instalados solo en la zaga de los AlphaTauri, un equipo condenado a no ganar o a hacerlo de forma muy puntual. Los de Honda no se paran en barras y si vuelven a por sus fueros no lo van a hacer para pasar lo que padecieron con McLaren, ya aprendieron la lección, y tampoco va a ser para perder de manera estructural.
Con Ferrari con motores propios, Mercedes con motores propios, Red Bull con motores Porsche, Aston Martin inaccesible por motivos obvios, Alpine con motores propios… solo les queda el único equipo que ha ganado al menos una carrera durante los últimos años: AlphaTauri. No se trata de menospreciar a Haas y Williams, pero llevan años lejos de poder pisar ni siquiera la madera y tras campeonar el año pasado, y presumiblemente al menos este 2022, a Honda le va a saber muy mal irse a cerrar parrillas desde el minuto uno. Así que les queda una sola opción: McLaren. Allí parecen poco proclives a aceptar esto con el recuerdo tan fresco de la ruina deportiva y financiera que fue padecida entre 2015 y 2018.
Eso o echar el resto, comprar la plenitud de AlphaTauri, y reconvertirla en… Honda Racing Team, con la resurrección de lo que fue en su momento un equipo de marca en pleno. La componenda sería costosa, de complicada digestión, y éxito incierto. Sin embargo los japoneses tendrían el control de la situación, y sin disputas con socios no deseados que les culpasen de todos sus males. Los japoneses, acorde a su cultura, de manera habitual prefieren solos que mal acompañados. No es que sus compañías hayan sido malas sino inadecuadas, mejorables, y con actitudes más alineadas para con sus deseos.
Así que de acuerdo con el planteamiento, que a nadie extrañen nuevos acuerdos de Honda para proveer a un tercer equipo en los años venideros antes de que lleguen los nuevos motores, o que se acaben montando algo propio, a modo de huida hacia delante. Por norma general las cosas importantes suelen ocurrir en las sombras, fuera de la vista de los mirones, pero cuando tipos del calibre de director general de Honda, Toshihiro Mibe, su presidente, Seiji Kuraishi, el presidente de HRC, Koji Watanabe, y el director de HRC, Yasuaki Asaki (según adelanta Joe Saward) es porque aquí se está cociendo algo, y que estos den la cara puede que sea la señal de que todo esté ya zanjado y esté listo para su firma.
¿Elucubración?, ¿paja mental?, ¿sueños húmedos? En el tresillo de «Con ocho basta» apenas cabían y en cada capítulo siempre ocurrían cosas; pasaban más que siendo tres o cuatro. Siéntate y espera, que aquí se está cociendo algo.
Fotos: Red Bull Content Pool