Cowell ya tiene claro qué falla en Aston Martin y cómo arreglarlo
El desastroso inicio de temporada de Aston Martin ha hecho saltar todas las alarmas en el equipo y su afición. Al menos queda la esperanza de que todo cambie en 2026, y en esa transformación será clave Andy Cowell.

Que Aston Martin es un equipo con graves carencias es evidente. Por mucho que se hayan destinado la mayoría de los recursos al coche de 2026 —si es que ha sido así—, hay determinadas cuestiones que no son admisibles en un equipo que tiene el objetivo de convertirse en el mejor de la parrilla.
Por un lado, el hecho de ser incapaces de mejorar el monoplaza de las dos últimas temporadas, que siempre ha comenzado mejor de lo que ha terminado. Por otro lado, un 2025 en el que Fernando Alonso y Lance Stroll tienen que emplearse a fondo para no ser los farolillos rojos.
Quien más, quien menos, ya está pensando en el monoplaza del nuevo reglamento que llegará el año que viene, pero eso no les impide ser razonablemente competitivos y rendir acorde a su potencial. No es el caso de Aston Martin este año.
«Cuando tienes esos problemas y tus rivales sí llevan prestaciones al coche, vas hacia atrás»
Andy Cowell emite su veredicto
La dirección de Mike Krack no ha sido todo lo eficiente que debería y, a consecuencia de ello, el ingeniero luxemburgués fue reemplazado por Andy Cowell a primeros de año.
El CEO, y ahora también director del equipo, llegó el pasado mes de octubre y, desde entonces, se ha dedicado a realizar un exhaustivo análisis de la situación de la organización, así como a aprender en profundidad las claves de cada uno de los departamentos.
Lo cierto es que Cowell no es ningún advenedizo. De hecho, es uno de los pocos que puede resistir la comparación con Adrian Newey en lo que a éxitos en la Fórmula 1 respecta, aunque al haber desarrollado toda su carrera en el departamento de motores de Mercedes, no ha alcanzado tanta fama.
Ahora, seis meses después de llegar a Silverstone para liderar Aston Martin, ya tiene una idea bastante precisa de qué está fallando en el equipo.
El origen del problema está en la fábrica
La primera conclusión que comparte Andy Cowell es que la estructura de la fábrica debe ser mucho más eficiente y directa de lo que es ahora.
«Hay que diseñar una organización eficiente y rápida, el 90 % de la gente del equipo está en la fábrica, así que el coche rápido lo tienen que crear ellos. Es fundamental todo lo que sucede dentro, cómo se comunican e interactúan, premiar la creatividad y la valentía de probar cosas nuevas», introduce el ingeniero británico.
Además, Cowell considera esencial establecer una estructura para filtrar las ideas que surgen en lo relativo al diseño del monoplaza. Pues la valentía e innovación no sirven de mucho si no se canalizan correctamente.
«Hay que estructurar cómo se filtran las ideas, porque nunca he trabajado en una organización en la que haya pocas ideas, siempre hay demasiadas ideas. Hay que condensarlas y experimentar para descubrir cómo hacer el coche más rápido. La transición entre la creatividad y los datos», precisa.
Trabajan cientos de personas, mandan unos pocos
Otro aspecto en el que Cowell considera que Aston Martin debe mejorar es en la estructura de mando, que actualmente es demasiado extensa. El equipo ha crecido en varios cientos de personas en los últimos años, pero con ellos también han crecido el staff directivo y eso ha generado una ineficiencia considerable.
«Hay que organizar a un grupo de varios cientos de personas, reducir las líneas de reporte, aclarar las responsabilidades. Siempre hay confusión alrededor de quién toma una decisión, en los últimos cinco años el equipo ha crecido mucho, siempre hay demasiada gente en las reuniones», señala Cowell.
«El equipo ya construía coches de carreras, así que había suficiente gente tomando decisiones. Pero cuando un equipo crece, no quieres que también crezca el número de personas que toma decisiones. Quieres que haya más gente creando ideas y fabricando piezas», reitera.

Por qué el AMR25 es tan poco competitivo
Andy Cowell también ha abordado el asunto de la escasa competitividad del AMR25, el monoplaza de esta temporada con el que Fernando Alonso y Lance Stroll están teniendo tantas dificultades para entrar en los puntos (de hecho el español todavía no lo ha conseguido).
A este respecto, el ingeniero británico recuerda que en 2024 Aston Martin sufrió «con las evoluciones, diferenciando lo que el túnel de viento y las herramientas nos decían que harían el coche más rápido, y lo que realmente hacía al coche más rápido. Cuando tienes esos problemas y tus rivales sí llevan prestaciones al coche, vas hacia atrás».
«No es que tú caigas, es que los demás se escapan», matiza Cowell a continuación. «Terminamos 2024 con el octavo coche, si te fijas en las últimas seis carreras, y este año con la evolución de inicio de temporada tenemos un coche más rápido. Nuestros rivales también han progresado. Vistas las últimas carreras, hemos ido hacia atrás en comparación con ellos».
Mejores instalaciones, pero todavía infrautilizadas
El Campus Tecnológico de Aston Martin se ha ido terminando por fases, completándose la última en septiembre del año pasado (aunque el túnel de viento no ha comenzado a utilizarse hasta marzo). Cowell apunta que este hecho hace que, si bien el equipo cuenta ya con las mejores instalaciones posibles, aún no es capaz de aprovechar todo su potencial.
«Tenemos una fábrica nueva y un gran equipamiento, pero debemos optimizar cómo lo usamos para ser más precisos», explica Cowell. Y esa es otra de las razones por las que Aston Martin prefiere centrar sus esfuerzos en el próximo monoplaza, el de 2026.
«Estamos cambiando los métodos y creemos que eso nos permitirá llevar mejores evoluciones al circuito. Aunque las reglas cambian, quedan 20 carreras este año y cinco años de la próxima reglamentación. Por eso invertimos en las nuevas reglas y la prioridad de nuestro desarrollo aerodinámico está centrado en 2026», argumenta.
Por tanto, quien espere que Aston Martin se centre en enderezar la temporada 2025 se llevará una decepción, tal y como confirma una vez más el propio CEO de la compañía, también director del equipo.
«Podríamos volcarnos con el AMR25, progresaríamos, pero empezaríamos 2026 en una mala posición inicial que repercutiría en 2027, 2028, 2029… Hemos tenido estas conversaciones internamente con Lawrence [Stroll, propietario)] y Adrian [Newey, gerente técnico], sobre dónde estamos y qué debemos hacer. El CFD y el túnel de viento están limitados y se deben tomar decisiones en función de los datos. No podemos entrar en pánico ahora y cambiar aquello en lo que creemos», concluye Andy Cowell.
Fuente: As.comFotos: Aston Martin Racing
