Día 6 de test: Sainz recupera el tiempo perdido, Alonso acumula aún más

La sexta jornada de test en Barcelona comenzó con dos objetivos claros para los pilotos españoles: acumular la máxima cantidad posible de kilómetros después del escaso rodaje de la semana anterior por diversos problemas mecánicos relacionados con sus respectivas unidades propulsoras. A pesar de eso, tanto McLaren como Toro Rosso comenzaron con calma la mañana, pero cogiendo ritmo de manera progresiva y sin pausas de importancia.

Por otro lado Max Verstappen fue el primer piloto en establecer un tiempo de referencia con el compuesto blando de Pirelli, mientras Kimi Räikkönen comenzaba la mañana sin llamar la atención y con muchas entradas y salidas de boxes con una enorme cantidad de sensores en la zaga del SF70-H, además de pasar casi dos horas en el box com consecuencia de una comprobación de los sistemas de su monoplaza.

Pasadas las once y media de la mañana, tanto Valtteri Bottas como Felipe Massa decidieron exprimir algo más sus respectivos monoplazas, marcando inicialmente el brasileño un tiempo de 1:20.244 que pronto quedó eclipsado por el sensacional 1:19.310 con superblandos que, hasta el momento, supone el mejor tiempo de las seis jornadas de test disputadas. Es evidente que estos monoplazas tienen capacidad suficiente para bajar a 1:18, pero poco a poco los equipos van bajando los tiempos para flirtear con los límites. Y así lo demostró Felipe Massa a menos de una hora del descanso de mediodía, quedándose a menos de dos décimas del récord de Bottas aunque, eso sí, con el compuesto ultrablando.

A falta de 30 minutos para la finalización de la jornada matinal, Fernando Alonso dio por concluído su programa de trabajo y los mecánicos de McLaren comenzaron a trabajar en el MCL32, aunque por causas desconocidas en ese momento. Carlos Sainz, sin embargo, sí apuró el tiempo con su STR12 para acercase al medio centenar de vueltas completadas y mejorar su tiempo hasta colocarse en la sexta plaza provisional, que posteriormente volvió a arrebatarle Sergio Pérez.

Accidente de Räikkönen

La sesión vespertina estuvo marcada por la incorporación de cuatro pilotos a la acción en pista: Lewis Hamilton en Mercedes, Jolyon Palmer en Renault, Marcus Ericsson en Sauber y Lance Stroll en Williams. Además, Fernando Alonso volvió a pista después de que McLaren realizara trabajos varios en el monoplaza, pero descartando oficialmente un cambio de motor, tal y como se había rumoreado en la pausa de mediodía. En cualquier caso, el ritmo de rodaje siguió siendo bastante pausado, con el español realizando tandas cortas y pasando más tiempo del deseado dentro del box.

Pero el suceso más llamativo de esta sesión de tarde fue el accidente de Kimi Räikkönen, que perdió el control del Ferrari SF70-H en la curva 3, dañando varias partes del monoplaza al impactar contra las protecciones. El finlandés salió ileso del incidente, pero el monoplaza debió volver a boxes sobre el camión y con bastante tarea por delante para los mecánicos del equipo. Mientras, Hamilton se colocó entre los cinco pilotos más rápidos, pero centró su plan de trabajo en las tandas largas.

A menos de 20 minutos del final de la jornada, Max Verstappen también provocó una bandera roja al quedarse parado su Red Bull RB13 mientras intentaba completar una simulación de carrera. El piloto neerlandés había sido hasta ese momento el piloto más activo sobrepasando el centenar de vueltas completadas. Cuando la acción en pista se reanudó con la decisión de alargar cinco minutos la actividad en pista, fue Marcus Ericsson el que sufrió un fallo mecánico, provocando de nuevo la bandera roja y, ya sí, el final definitivo de la jornada.

Finalizaba así el sexto día de test con Valtteri Bottas conservando el mejor tiempo conseguido por la mañana y con Carlos Sainz pudiendo recuperar el tiempo perdido el viernes día 3. Quien no pudo hacerlo como seguramente hubiera querido fue Fernando Alonso, que aunque pudo sumar cerca de cincuenta vueltas al global de esta pretemporada, siguió arrastrando problemas que le impidieron salir a pista con normalidad. Algo que, con sólo dos días más por delante antes de viajar a Melbourne para la primera carrera, deja a McLaren en una situación crítica.