Lo que debes saber de Carlos Sainz para entender su éxito en la F1

Tener a Fernando Alonso como referente en la Fórmula 1 no es sencillo, pues el nivel del bicampeón del mundo de la categoría es uno de los más altos de las últimas décadas. Eso ha jugado en contra de muchos pilotos españoles de los últimos 20 años, propiciando frustración o excesiva exigencia en aficionados, prensa o incluso los propios protagonistas.

Carlos Sainz creció en ese ambiente, pero además tuvo que sumarle una expectativa incluso mayor: la de ser el hijo de la leyenda de los rallies, el único que puede discutirle el trono del automovilismo español al propio Alonso.

«Era muy exigente, pero la presión en sí vino también por sí sola con el apellido que tengo»

Lo más normal en estos casos es fracasar ante una expectativa desmesurada, pero Carlos Sainz hace muchos años que dejó atrás la coletilla ‘Jr.’ para ser por sí mismo una celebridad en la Fórmula 1.

Ahora, seis años después de haber debutado en la categoría reina y tras haber pasado por Toro Rosso, Renault y McLaren, presume de ser piloto Ferrari y uno de los jóvenes más apreciados de la parrilla.

La influencia de Carlos Sainz padre

Y es que el éxito de Carlos Sainz como piloto no se entiende sin la guía personal y profesional de su padre, siempre célebre por su capacidad de trabajo y talento a la hora de mejorar técnicamente los coches en los que ha competido.

Desde pequeño, Sainz ha tenido que enfrentarse a la competición con el peso de su apellido a la espalda. Un apellido que le ha abierto algunas puertas, pero que sobre todo le ha obligado a madurar a un nivel muy superior a la media.

«Sin su guía, sin sus consejos, sin su forma de mostrarme cómo convertirme no sólo en un buen piloto sino en un profesional -un tipo que sepa moverse en equipo, cómo hacer las preguntas, cómo afrontar los desafíos a los que nos enfrentamos en la F1-, habría sido muy difícil estar donde estoy ahora», admite Carlos Sainz sobre la influencia de su padre.

«Fue muy duro conmigo, no voy a mentir. Era muy exigente, pero la presión en sí vino también por sí sola con el apellido que tengo. Cuando era un niño pequeño, 11 años, iba a las carreras de karts y siempre surgía esta charla sobre “el hijo de Carlos Sainz está aquí, veamos cómo le va, saca el cronómetro, a ver si mi hijo es más rápido que Carlos Sainz Jr.”», relata el piloto de Ferrari.

«Así que tuve esta presión adicional que me hizo un poco más tímido, un poco más “no sé por qué todos me miran” y tal vez eso también me ayudó a prepararme para más adelante en mi carrera», reconoce.

No basta con un podio de vez en cuando

Pero ni Carlos Sainz ni Ferrari se conforman con obtener una pequeña recompensa en forma de podio de manera esporádica: la historia obliga a ganar títulos. El piloto español es consciente de ello y trabaja sin perder de vista el objetivo final.

«Ferrari no está contento con el tercer o cuarto puesto en (el campeonato de) constructores. Ferrari quiere ganar el Campeonato del Mundo lo antes posible, por lo que nuestro objetivo es bajar la cabeza y seguir mejorando el coche para llegar allí lo antes posible», afirma.

El último título de Ferrari llegó en 2008 y la escuadra italiana no gana desde el Gran Premio de Singapur de 2019. Mucho tiempo para un mito del automovilismo y símbolo de Italia. Y para un apellido tan ilustre como Sainz, una obligación.

Fuente: Sky F1Fotos: Scuderia Ferrari