El debut de Fuoco con Ferrari, sueño y pesadilla

Foto: Ferrari

Antonio Fuoco guardará para siempre en su memoria el 23 de junio de 2015, día en el que debutó en Fórmula 1. Y lo hizo nada menos que a los mandos del Ferrari. Tras una mañana de nula actividad a causa de la lluvia, los equipos decidieron aumentar el horario planeado hasta las ocho de la tarde (hora local), y Fuoco quiso aprovecharlo para recuperar el tiempo perdido. Lo hizo durante un largo rato en el que acumuló 71 vueltas, pero minutos después de las cinco de la tarde, cuando volvía a pista, el de Calabria perdía el control de su Ferrari en la curva 1 y terminaba contra las protecciones.

Coche y piloto (ileso), por separado, volvieron al pit-lane, y ahí se acabó la actividad para él. Completó el programa antes de lo esperado y terminó el día con el cuarto mejor tiempo (conseguido con el compuesto blando) y un sabor agridulce. El piloto de la GP3 afirmó sentirse frustrado y a la vez feliz: "Estoy muy enfadado conmigo mismo por cometer un error, pero ponerme al volante de un Ferrari siempre ha sido mi sueño y hoy por fin se hizo realidad", dijo al bajarse del coche. "De todos modos, estoy contento con el trabajo que fui capaz de hacer, la recopilación de datos útiles para el equipo, incluso aunque la lluvia afectara a nuestro programa de hoy. Me gustaría dar las gracias a la Scuderia Ferrari por la oportunidad que me han dado", concluyó.

Fuoco no fue el único piloto de la Ferrari Academy Driver que tuvo problemas. Raffaelle Marciello, que ya se subió al monoplaza rojo en Barcelona, sufrió un fallo eléctrico en el Sauber y fue el segundo con menor número de vueltas. Se desconocen las cargas de combustible, pero el mejor tiempo de Fuoco se quedó a 0.326 del de Wehrlein, el más rápido del día. Maurizio Arrivabene declaró que Ferrari debe cambiar la estrategia de los entrenamientos libres de gran premio y aumentar la carga de gasolina, por lo que es posible que el SF15-T llevara un peso muy parecido al Mercedes. Sea como fuere, el debut de Fuoco supuso un buen rendimiento, pero un fallo lo nubló. Reconoció su culpa en lo ocurrido y espera que no fuera la única oportunidad. Seguramente no lo será.