GP MéxicoLos detalles técnicos del GP de México
Pocas novedades pudieron verse en el Autódromo Hermanos Rodríguez tras sólo cuatro días de inactividad desde la anterior carrera en Austin. Los equipos centraron sus labores en conocer la nueva pista y analizar el comportamiento aerodinámico de los monoplazas con parafina y sensores.
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Publicado: 02/11/2015 10:00
El Gran Premio de México se celebró sólo una semana después del de Estados Unidos y eso, unido a que la temporada casi ha finalizado, provocó que los equipos no introdujeran demasiadas novedades en sus coches.
A pesar de eso, y debido principalmente a las malas condiciones meterológicas que sufrieron en Austin, aprovecharon para conocer mejor las evoluciones introducidas en anteriores carreras, realizando numerosas pruebas con parafina y sensores de todo tipo. Gran parte de este trabajo no es más que un análisis previo de cara a 2016, año en el que la normativa no cambia y la clave estará en afinar al máximo los conceptos aprendidos esta temporada.
Force India fue uno de los equipos protagonistas en México, especialmente por contar en sus filas con Sergio Pérez, el ídolo local que estuvo arropado por decenas de miles de seguidores en las gradas. Pero, además de eso, introdujo una sutil modificación en su alerón trasero, disminuyendo la altura del flap DRS para generar menos resistencia al avance y aumentar ligeramente la velocidad punta en las dos largas rectas del circuito norteamericano.
Otro equipo que realizó pequeños cambios fue Red Bull, que aumentó la ya de por sí gran abertura de refrigeración de la parte posterior del capó motor. Las altas velocidades que permite el circuito mexicano obligaron a los equipos a aumentar la capacidad de refrigeración de los monoplazas, tanto en lo que se refiere a la mecánica interna como a los frenos, que fueron inesperados protagonistas durante el fin de semana.
El Autódromo Hermanos Rodríguez ofreció un espectáculo poco común en los últimos tiempos, ya que su asfalto obligó a los pilotos a sacar lo mejor de sí mismos. Al ser nuevo, ofrecía muy poco agarre, pero además se reveló como una superficie de escasa calidad y con problemas para drenar la lluvia caída en el circuito. Eso provocó que los aceites y la suciedad propios de un asfalto nuevo salieran a la superficie y convirtieran al circuito en poco menos que una pista de patinaje. La escasa adherencia y las temperaturas cambiantes y suaves debido a la lluvia o a un cielo bastante nublado en general, provocaron graining en muchas fases del fin de semana.
Fue un fin de semana de transición en cuanto a novedades técnicas se refiere, pero muy interesante a la hora de ver cómo los equipos intentaban resolver los problemas que el circuito planteaba a nivel de neumáticos y a la hora de encontrar un compromiso entre carga aerodinámica y velocidad punta en recta.
Fotos: Auto Motor und Sport / Mercedes AMG / Force India / Red Bull Racing