Los entrenamientos libres han servido para quitar a los aficionados el mono de ver coches de carreras en Albert Park, y para que los pilotos se re-familiarizasen con un trazado que ha sufrido cambios importantes desde la última edición del Gran Premio de Australia en 2019. Ahora toca clasificar en esta pista, en la que se espera que el tiempo de la pole sea un par de segundos más veloz que el registrado hace tres años, y donde varios nombres buscan dar la sorpresa ante el favoritismo de los habituales.
Favoritos... ¿no tan favoritos?
Ferrari sigue pareciendo el equipo más sólido en la tabla de tiempos en el conjunto de los tres entrenamientos libres, y la posición de Carlos Sainz para aspirar a la esquiva primera pole position de su carrera pinta más clara que nunca. Aún con todo, las diferencias son suficientemente escasas en la parte delantera para que ni el madrileño ni Charles Leclerc puedan dormirse ante las ofensivas de un Max Verstappen muy fallón en la mañana del sábado, o un Sergio Pérez que busca prolongar su estado de gracia a una vuelta.
Sorprendentemente, el principal desafío parece provenir en esta ocasión de los coches de Alpine y McLaren, en línea claramente ascendente respecto a los eventos árabes. Intrigan mucho las posibilidades reales de un Fernando Alonso que, pese a no desempolvar neumáticos blandos nuevos en la sesión final de libres, obtuvo tiempos muy competitivos y cercanos a los de Leclerc con un compuesto nuevo. Su rendimiento hasta ahora ha sido netamente superior al de Esteban Ocon, y el piloto asturiano parece en condiciones de poder dar la sorpresa con una buena posición de salida para la carrera de mañana.
La panacea de McLaren y la pesadilla de Mercedes
A su vez, el fantasma de los dos segundos ha quedado enterradísimo para McLaren, cuyos coches aquí parecen en condiciones de batirse con cualquiera. Lando Norris lideró los últimos libres, aunque su tiempo nunca llegó a compararse con intentos válidos de Verstappen y Sainz en las mismas condiciones. Pese a todo, tanto el británico como Daniel Ricciardo, muy motivado de nuevo en su carrera de casa, quieren dar la nota y anotar un gol a quienes les daban por muertos, en especial en un fin de semana en el que varios contendientes de la zona media parecen haber perdido bastante comba.
En especial, una Mercedes en la que la estabilidad del coche brilla por su ausencia, y donde los tiempos no han terminado de salir en ningún momento para Lewis Hamilton o George Russell. A su vez, Haas parece haber caído a la cola del pelotón junto a Williams, y Aston Martin ha pasado por un FP3 para el olvido tras los accidentes de Sebastian Vettel y Lance Stroll, que comprometen la participación de ambos pilotos en la sesión clasificatoria. Todo ello, en un Albert Park con una zona menos de DRS por seguridad a petición del propio Alonso. ¿Están listos?