Llega la hora de la verdad: después de dos semanas de test y tres sesiones de entrenamientos libres en las que hemos podido sacar las primeras conclusiones (aunque con pinzas) de la temporada, tiene lugar la primera clasificación de 2022, momento en el que cada equipo estará obligado a mostrar dónde está por rendimiento frente a sus rivales.
Tras dominar las dos últimas sesiones de libres, Max Verstappen es, a todas luces, el candidato principal para hacerse con la primera pole position del año si nadie lo remedia. La mayor incógnita reside en saber si su compañero Sergio Pérez será capaz de emular su ritmo o si, por el contrario, alguien se intercalará entre ambos.
Ahora o nunca
Los problemas con los neumáticos de Carlos Sainz en la tarde del viernes, unos problemas que aún parecía arrastrar en la mañana del sábado, serán los que frenen al #55 de no resolverlos a tiempo para la clasificación, con un desgaste excesivo por parte de su F1-75 que le impide exprimirlo a fondo.
¿Mercedes? Sólo ellos lo saben: con hasta 11 km/h de diferencia desfavorable en velocidad punta frente a Red Bull y Ferrari, Lewis Hamilton y George Russell tendrán que lidiar como buenamente puedan contra un porpoising en recta que hace botar significativamente al W13 para intentar no perder demasiado terreno con respecto a la cabeza para que luego no sea demasiado tarde.
A partir de ahí, todo puede ocurrir. Alpine no dio pistas de su rendimiento a una sola vuelta con neumáticos blandos en los Libres 3, abonándose al fondo de la parrilla con gomas medias, mientras que Haas, Alfa Romeo y Aston Martin (con permiso de una McLaren hundida) prometen dar guerra a los franceses para hacerse con un puesto en la Q3.
Si todo sigue como hasta ahora, el equipo Williams tiene todas las papeletas para convertirse en el farolillo rojo inicial, a la espera de que la inversión realizada por Dorilton Capital en la salida de la familia Williams de la categoría reina del automovilismo 40 años después dé sus frutos.