Con la creciente boga de popularidad de la Fórmula 1 en los States, el Gran Premio de las barras y las estrellas afronta en Austin una vibrante sesión clasificatoria que puede ser, quizá, el punto álgido de un fin de semana relativamente desangelado en el aspecto competitivo. Con la resaca de lo ocurrido en Suzuka y el campeonato ya decidido a favor de Max Verstappen, sus oponentes buscan impedir que el neerlandés alcance ya el record de victorias de Sebastian Vettel en un año, y la clasificación será clave para ello.
Por lo pronto, la única sesión realmente representativa este sábado ha situado al neerlandés como claro favorito. Por si eso no fuese poco, la sanción de 10 posiciones por cambio de motor que deberá afrontar Charles Leclerc, y la de cinco puestos para Sergio Pérez, puede liberar un poco más su camino hasta la 12+1. De este modo, la principal oposición tendrá que venir por parte de un Carlos Sainz que tiene una buena opción de reivindicarse si el rendimiento acompaña.
Alonso, con buenas opciones pese a la sanción
Pintan algo más bastos en la otra punta de lanza del contingente español, ya que Fernando Alonso también sufrirá una penalización de cinco puestos por estrenar su sexto motor de combustión. Aún con todo, la velocidad parece bastante decente y comparable a la de los Mercedes, conservando así Alpine la buena línea de las últimas carreras, y de lo que tanto el bicampeón como su aún compañero Esteban Ocon deberán intentar beneficiarse.
Con otros cinco puestos de sanción en su haber, Zhou Guanyu completa la lista de penalizados para una sesión en la que los competidores tendrán pocas oportunidades de hacer funcionar sus juegos de neumáticos. La alta degradación de los compuestos, en especial el blando, hará que cualquier mínimo error se pague caro en el cronómetro. A su vez, Austin ha gustado de 'escupir' a los pilotos hacia las escapatorias, siendo su asfalto más deslizante que nunca.