Una de las grandes criptonitas del dominio total de Mercedes al inicio de la era híbrida fue el Gran Premio de Singapur, en la que el rendimiento superlativo de Lewis Hamilton se veía inhabilitado por las condiciones especiales de Marina Bay en cuanto a trazado y la circunstancias nocturnas en el Sudeste Asiático. Todo ello parece camino de repetirse este año con Red Bull, cuyo pleno de victorias se encuentra seriamente amenazado este fin de semana.
La notable bajada de rendimiento del RB19 en esta pista, representado en la ausencia de Max Verstappen en las primeras posiciones tanto en condiciones diurnas como nocturnas, ha cedido el testigo de la presión a Ferrari, que en primera instancia parece el equipo mejor preparado para todo ello. En particular, gusta el rendimiento de un Carlos Sainz dispuesto a repetir las actuaciones que le permitieron batir a Charles Leclerc en Monza para obtener su primera pole y podio del año. Quizá este fin de semana el premio pueda ser incluso mayor...
Por supuesto, Red Bull no bajará la guardia a la hora de la verdad, pero ante cualquier síntoma de debilidad tienen buenas opciones de ganarles también la partida Mercedes, McLaren y Aston Martin. Los dos primeros equipos se han mostrado muy competitivos en sus tandas cortas con neumático blando, por lo que la entente angloparlante de Lewis Hamilton, George Russell, Lando Norris y Oscar Piastri puede beneficiarse de ello.
Por parte de los coches verdes, Fernando Alonso ha alternado buenas sensaciones con algunas posiciones por debajo de lo esperado. El Aston Martin parece rendir mejor de noche que de día en Singapur, por lo que la clasificación puede situar al piloto español en un puesto más decoroso de cara a una carrera en la que el buen ritmo de su coche puede brindarle opciones a la gran sorpresa. Aunque, claro está, Red Bull también puede esgrimir ese argumento...
Todo ello, en un trazado en el que los tiempos por vuelta han caído de forma significativa gracias a la reforma forzosa del tercer sector, que ha eliminado dos de las tres chicanes por las obras en el hotel que contemplaba la pista desde arriba. Unos cambios que tienen por ahora un carácter temporal debido al atractivo de la zona, pero que los pilotos piden como permanentes al haber hecho la pista más rápida. Sea como fuere, el desafío de clavar una vuelta en Marina Bay sigue siendo uno de los mayores retos del año para pilotos y máquinas.