Retorna este viernes la acción de la Fórmula 1, de nuevo con un elemento común respecto a la primera cita en Bahréin. El gran circo continúa en Oriente Medio, esta vez desplazado en la más imponente Arabia Saudí, que acogerá su tercer Gran Premio de Fórmula 1 con un rol relevante a la hora de medir las fortalezas y debilidades de los pilotos. Su particular trazado, donde las curvas de alta velocidad se surcan entre muros muy próximos, le dota de un carácter especialmente desafiante, y no apto para todos los pilotos.
Como ya pasó en Bahréin, la primera y la tercera sesión de libres serán meros trámites si se compara con la acción realmente relevante en los segundos libres del viernes. Ahí es donde los equipos volverán a medir fortalezas y debilidades por la mayor similitud con las condiciones de carrera, aun con el porcentaje habitual de reserva que se permiten las formaciones más poderosas.
Después de su paseo militar en la primera carrera, hay pocos indicios de que Red Bull no sea capaz de repetirlo, siendo la principal esperanza el hecho de que la mayor velocidad del trazado pueda acercar a otros competidores. El líder del campeonato y vigente ganador del Gran Premio, Max Verstappen, parte por tanto con la diana en la espalda respecto a su compañero Sergio Pérez, quien se hizo con la pole en 2022 antes de ser perjudicado en carrera por un inoportuno Safety Car. El mexicano fue el competidor más consistente de Red Bull en urbanos el año pasado.
Ante ellos, la incógnita de Ferrari, cuyo buen ritmo a una vuelta no se corresponde con su inconsistencia total en carrera. Si consiguen solventar los problemas mecánicos que les han plagado hasta ahora, serán claros contendientes al podio, aunque esas esperanzas recaen más en primera instancia en Carlos Sainz después de la sanción de 10 posiciones a Charles Leclerc por montar su tercera centralita de la temporada.
Su ausencia de los puestos delanteros abre la veda a Mercedes y Aston Martin para asaltar el top 4. Si bien los alemanes llegan a este evento en un estado de tensión y discordancia por lo que parece un segundo año de resultados insuficientes, el ambiente en la formación británica es todo lo contrario, espoleados por la gran progresión de la pretemporada y con ambiciones de que las próximas mejoras del coche permitan a Fernando Alonso pelear incluso por victorias.