El pequeño tour de dos semanas de la Fórmula 1 por el este de Asia termina en Japón, el lugar que validó las posteriores ambiciones expansionistas del Mundial más allá de sus mercados habituales. En este país se han celebrado 38 Grandes Premios puntuables de Fórmula 1 desde 1976, y la sede de la mayoría de esas carreras ha sido el trazado de Suzuka, que acogerá al Gran Circo por 33ª vez (peculiar número) con una serie de incógnitas que le dotan de un atractivo mayor del esperado.
Suzuka debutó en el Mundial en 1987, rescatando el Gran Premio nipón una década después del primer bienio en Fuji, y ha celebrado la prueba desde entonces con otras dos excepciones bienales: el periodo 2007-08 en el que Fuji volvió a ser sede, y los años 2020-21 en los que la pandemia del COVID-19 impidió competir en Japón. A su retorno el año pasado, los fans respondieron con la misma pasión de siempre brindando la mejor asistencia desde 2012, y la eliminación de toda restricción hace algunos meses en el país augura una fiesta todavía mayor.
Sainz, Red Bull y el dilema de la flexión
En lo que respecta a la actividad en pista, hay muchos ojos puestos en Red Bull, siendo este un circuito que les ha beneficiado históricamente en años de dominio como el que tienen ahora, y donde el año pasado celebraron el bicampeonato de Max Verstappen en dantescas circunstancias. No obstante, el mal rendimiento de Singapur, achacado en gran medida a unas nuevas piezas que tuvieron un efecto adverso, y que cortó las grandes rachas de imbatilidad históricas, han generado un run-run en torno al nuevo suelo, que volverá a ser probado, y a un alerón delantero sobre el que se empezará a juzgar el efecto que ha tenido el cambio en las directrices de flexibilidad.
Carlos Sainz llega a Japón en el mejor momento de su carrera tras conseguir dos poles consecutivas y la victoria hace una semana en Singapur, rompiendo la monotonía austríaca. Pondrá a prueba ese estado de forma en un trazado que históricamente no le ha favorecido mucho, con un quinto puesto en 2019 como único resultado destacado, y buscará desquitarse del sinsabor de su abandono en la primera vuelta el año pasado, cuando solo unas milésimas le separaban de Verstappen y su compañero Charles Leclerc.
12 años sin podio son 'molto longo'
Suzuka habló español en 2006 gracias a Fernando Alonso, quien repitió triunfo dos años después en Fuji. Después de sumar solo dos puntos en las dos últimas carreras y una mala actuación global en Singapur que le dejó fuera del top 10 por primera vez este año, el piloto español busca contraatacar para recuperar el tercer puesto de la general a costa de Lewis Hamilton, en una pista veloz que no parece muy acorde para Aston Martin. El año pasado acabó séptimo tras un gran duelo en la última vuelta con Sebastian Vettel; fue su mejor posición en Japón desde el cuarto lugar de 2013, y su último podio en Suzuka data de 2011, algo que antes de empezar la temporada solo era peor en Sakhir (2010).
El crecimiento continuo de McLaren acompañado de podios, la constante amenaza de una Mercedes en la que George Russell busca reencontrar su mejor versión, y las apariciones de nivel de Alpine cuando la mecánica se lo tolera tendrán también que ponerse a prueba desde los entrenamientos libres, que empezarán a despejar varias de las incógnitas que hasta ahora mantienen en vilo a los fans por razones más allá de las horas intempestivas.