Nada como un viajecito a Estados Unidos para arrancar un intenso mes de mayo. La primera de las tres pruebas programadas para esta temporada en el país de las barras y las estrellas, la quinta del calendario, tiene lugar en Miami, que se viste de gala para acoger por segunda vez a la Fórmula 1... aunque no sea en la propia ciudad de Miami, sino en la cercana Miami Gardens.
De una forma u otra, los pilotos del Mundial tendrán su segundo encuentro con el Miami International Autodrome, un trazado de corte urbano, pero en el que la mayoría de las secciones se han construido ex-profeso para la carrera, al estilo de circuitos como Jeddah. Para más inri, el circuito ha sido reasfaltado por completo tras varias quejas en la edición pasada, con lo que el desafío tradicional de un trazado urbano queda más similar en este caso al de un semi-permanente.
Mientras la climatología respete, y así parece que será en los entrenamientos libres, las altas temperaturas y el nuevo asfalto deberían ser toda una máquina de destrucción de neumáticos, pese a lo cual se espera que la segunda gama más dura de compuestos de Pirelli pueda gestionarlo sin mayor drama. En el caso de que este aspecto entre en juego de forma decisiva, Fernando Alonso y su Aston Martin podrían ser de los grandes beneficiados en cuanto a ritmo de carrera.
El español sigue ocupando la tercera posición de la general, y busca seguir midiendo sus fuerzas con los aparentemente imparables Red Bull antes de la cita de Imola, donde la amplia mayoría de equipos estrenarán piezas y evoluciones nuevas. Es, para muchos, la última esperanza de que el campeonato comprenda algo más que un equipo y sus dos integrantes, Max Verstappen y Sergio Pérez, los cuales están separados por escasos seis puntos tras repartirse las victorias de forma equitativa.
El mexicano no tuvo un buen debut en Miami el año pasado, pero buscará revalidar su creciente prestigio en los circuitos urbanos con una victoria que le pondría líder del Mundial. En el lado de la oposición, Ferrari querrá revalidar lo exhibido en clasificación la semana pasada con Charles Leclerc, trasladarlo al segundo coche de Carlos Sainz e intentar que la reducción de las zonas de DRS en esta pista jueguen a su favor, cosa que no ocurrió la semana pasada en Bakú.
Para este fin de semana, regresa el tradicional formato de Gran Premio, con sus tres entrenamientos libres antes de la sesión clasificatoria y la gran carrera del domingo. Con ello, se espera que la parrilla exhiba una mayor diferencia estratégica de gomas, uno de los aspectos que se vio más afectados en Azerbaiyán por la falta de tiempo de pruebas y la menor degradación de la pista.