Apenas se han celebrado tres carreras de las trece que conforman el calendario actual de la Fórmula 1 tras la confirmación de la incorporación de Nürburgring, Portimao e Imola hace apenas una semana, pero el dominio aplastante de Mercedes un año más parece evidente. Con más del doble de puntos en la tabla que Red Bull, su principal perseguidor en estos primeros compases de la temporada, Valtteri Bottas y especialmente Lewis Hamilton han demostrado que el W11 es el claro favorito para revalidar el título de constructores para los alemanes, con los siete campeonatos de Michael Schumacher al alcance del hexacampeón británico si juega bien sus cartas.
Sin la posibilidad de pelear por victorias hasta 2022 como pronto, según palabras del propio John Elkann que respaldó Carlos Sainz en la jornada del jueves de este GP de Gran Bretaña, Ferrari se aferra a seguir acumulando la mayor cantidad de puntos posible en la zona media de la parrilla a menos que un milagro les devuelva el ritmo que tenían en pasadas temporadas. La noticia destacada de este GP la protagoniza Sergio Pérez: el mexicano ha sido el primer piloto en dar positivo en COVID-19, con Nico Hülkenberg ya en las inmediaciones de Silverstone para sustituirle en, al menos, las dos próximas citas debido a la cuarentena de diez días impuesta por las autoridades locales.